Otra vez con ustedes para celebrar el 20 de junio próximo, el 17º aniversario de nuestra aparición casi en soledad como diario digital. Vamos a volver a ocupar un lugarcito en la lectura de los temas cotidianos. Observamos que hay muchos hechos que no sólo no se difunden sino que se ocultan. “Vamos a arrancar los argentinos” decía el presidente de la democracia argentina, doctor Raúl Ricardo Alfonsín, en sus memorables discursos. La espera se está haciendo larga contra todos los deseos de quien inició este camino, pero que la política que lo contamina todo, lo plagó de piedras.
La reaparición más esperada. Llegaron los días en que los políticos le mienten al médico, no podíamos estar ausentes y dejar de acompañar a todos quienes nos reclaman. Vamos a cumplir con esa espontánea demanda que nos pone en vigencia alimentado la competencia informando. En definitiva es lo que nos fortalece ante rivales de fuste como charlas de pasillo y radio arena. Allá vamos y no frecuentamos el círculo rojo y menos nos ufanamos de ello.
Tampoco somos vacunados vip. Si nos ayudan podemos aumentar la dosis, pero no lleguemos al extremo de ser vacunados vip como el amigo FAI y sus sobrinas. Hubo algunos medios locales que forman parte de la protección mediática que no publican las complicaciones de quien “pidió un aplauso para todos quienes no están con nosotros”. Pero no fue lo más grave sino que lo aplaudió toda la clase plañidera política que se encontraba en el Hermitage sobre el escenario y también los que estaban debajo del mismo. No le vamos a hacer el juego a Milei, ¿pero si esa no es la casta, la casta donde está? Pero que el “León” se calme, porque derrapa y está asociado a ella.
Lo ah pero Macri en otras versiones. “Estamos gobernando una provincia con un presupuesto municipal”, sueltan desde el oficialismo local. Se sabe poco sobre la ejecución del presupuesto, no hay un seguimiento que permita ser preciso. Pero a todas luces (led) no hay superávit como se vende en los medios adictos. Los recortes salariales están brotando como sucede cuando la variable de ajuste pasa por los salarios. Sino que lo cuenten el personal de Salud y Educación. Ya hubo medidas de fuerza y se presume una escalada.
Qué le pasa al Gordo, está excedido. El intendente Montenegro es apelado así cariñosamente, por allegados y hasta públicamente por el propio ex presidente ingeniero Mauricio Macri, refiriéndose a su voluble anatomía que intenta disimular con su camisa desabrochada en lugar de aflojar con los postres, sostienen. En estas horas de ansiedad vale todo, pero fundamentalmente hacer la de uno y se justifica darle rienda suelta a las contenciones que frenan la adrenalina del cierre de las listas.
Con encuestas propias es un desfile: A ver nadie andaría a las hurtadillas sino respondiera a una estrategia, que se desarrolla con una táctica de mutismo impenetrable. Pero quién ostenta un 42 % de voto esporádico y una 60 % de imagen positiva, tiene un conocimiento del 100 % y cuando llegó para instalarse en 2018 sólo medía apenas 2 % y ganó la intendencia con sólo el 62 % de conocimiento, es decir que había un 38 % que no lo conocía. Son números contundentes, no es ni someterse al rigor de las urnas sino un desfile electoral, sin embargo el mutismo es total y muy bien diseñado si observamos la torta que se pegó el PRO, y que reparar los daños está más cerca de la destrucción total. Está lleno de bollos. Al respecto, en su momento el ex intendente doctor Carlos Arroyo preguntó “¿Quién es Montenegro?” y tenía razón hoy muchos continúan haciéndose la misma pregunta, y ese número parece ir creciendo por las decepciones.
Siempre hay una foto con el Papa. La esposa de Maximiliano Abad (que hoy se las puede ver negras en la convención nacional de la UCR) irrumpió en la escena política, institucional, académica y profesional, llegó para hacer algo distinto en una ciudad que tiende a ser más chata todos los días y tiene que recuperar su brillo. Marina Sánchez Herrero, la presidenta del Concejo Deliberante se convirtió en la escribanía del Departamento Ejecutivo. Tiene impecable ida y vuelta con el intendente Montenegro, en temas muy delicados. En La Plaza del Agua sonó una queja cuando Facundo Manes convocó a escuchar su diagnóstico de país, cuando se celebró el Congreso de IDEA. Marina no del mejor talante largó con evidente disgusto “Después la que tengo que poner la cara soy yo” y bueno todo tiene su precio. A propósito cuánto sale un pasaje a la Ciudad Eterna con 10 días de estadía. No es una monedita cuándo no hay para el pan y la leche.
Marina para todos y todas. En la última semana aceleró su agenda y contactos que forman parte del protocolo en realidad. Pero las redes sociales sirven a algunos esquemas que preanuncian algo. Quienes llevan algunos años en la política y saben de campañas, saben que las casualidades no existen y se nota mucho cuando hay una sobrecarga de exposición y no se es candidata a nada. Bueno hasta ahora, no hay que descartar nada porque están en juego la intendencia, senadurías provinciales y diputaciones nacionales. Puede ser una figura de recambio que necesita más instalación. “Veremos si al chancho le salen plumas” como dice un viejo refrán campero.