El ex intendente Carlos Fernando Arroyo fue despedido en una ceremonia que sólo se extendió por 20 minutos y que luego se prolongó en un cortejo fúnebre que hizo un muy breve paso frente a la municipalidad y al establecimiento escolar que dignó con su cargo de director ubicado sobre la misma calle Yrigoyen.
Alejado de las pompas oficiales, no obstante en ese breve lapso se pudo observar a quienes lo reconocieron siempre por su vocación de servicio, transparencia y honestidad, refrendadas en las urnas en el 2015 cuando se convirtió en intendente.
En las redes sociales se expresaron también quienes reconocieron valores que no se han mantenido, según manifiestan por diversos medios.