Balance en rojo en tres años de la administración Montenegro que serruchó 42 % de los haberes municipales, utilizando la masa salarial como la variable de un duro ajuste que acepta el Sindicato de Trabajadores Municipales.
La familia tipo está casi en el nivel de los $ 140.000, mientras que el sueldo mínimo de un empleado municipal no llega a $ 90.000.-
Como dato político surge que perfil peronista demostrado por el gremio de Antonio Gilardi, acata estas sucesivas rebajas de sueldos en 2021, 2022 y 2023 que aplica un intendente del PRO y que las negociaciones no son blanqueadas en las asambleas pertinentes.
Los municipales también se hallan comprendidos en un escalafón propio, aunque el SITOS y Guardavidas logran mejor condiciones de remuneración en cada uno de los acuerdos.
Ya no es suficiente que los ingresos aumenten a la par de la inflación sino que, para mejorar los indicadores sociales, deberían correr muy por encima del avance de los precios.
Quien se lleva la peor parte de las críticas es Antonio Gilardi, dado que en municipios del conurbano afines al Cholo García los trabajadores municipales logran beneficios que no se reconocen en General Pueyrredon que ocupa la tesorería de la Federación Sindical Municipal Bonaerense (FESIMUBO) “y mantiene su sillas en la federación y confederación nacional y no trae un turrón a Mar del Plata para los trabajadores de su gremio que bancan a este dirigente local que evidentemente ha pactado con Montenegro”, sostienen desde la oposición al sindicato y agregan “Que nos cuesta varios millones al año”
