Cuando las oficinas se transforman en un sello y los funcionarios no funcionan.
A pesar de los anuncios de distintas procedencia sobre la entrega de tablets, los jubilados que cobran la mínima no pueden acceder a las mismas, pese a la promoción que abruma.
Así se puede constatar en la sede del ENACOM de esta ciudad, ubicada en Gascón y Buenos Aires, donde se informa que desde hace tres meses no pueden (desde la asunción de Sergio Massa aproximadamente) ni dar curso a las solicitudes, constituyéndose en reiterados incumplimientos del Estado Nacional.
La última entrega de 500 tablets fue a través de un convenio con una entidad intermedia, pero en realidad es que tampoco pueden entregarlas a los beneficiarios que se derivan desde la ANSES, según trascendió desde la propia ENACOM, tras una consulta telefónica.
No obstante, se formula por distintos medios de comunicación que el acceso al dispositivo es muy simple, a través del llenado de un formulario sería un trámite de minutos, pero la cuestión de fondo es que no hay existencia.
Y el tema es que se han puesto en duda la diferencia entre la existencia física de los aparatos adquiridos y entregados, no concuerda la promoción con la disponibilidad de las tablets, cuando los jubilados con la mínima pretenden hacerse de las mismas, nada menos que en la sede central del ENACOM en la ciudad de Mar del Plata.