Guillermo Montenegro y Sergio Berni desempeñan una extensa carrera política, como funcionarios designados y cargos elegidos a través del voto. Ambos en sus remotos lanzamientos tienen como origen el kirchnerismo. Ya han completado seis años de habitaciones contiguas de excelente convivencia, según sus propias declaraciones públicas.
Luego han coincidido en áreas ejecutivas compatibles, como en el caso de seguridad pública, cuando simultáneamente estuvieron al frente, en el caso de Montenegro, desde 10 de diciembre de 2007 a diciembre de 2015, designado por Mauricio Macri como ministro de Justicia y Seguridad de CABA. Anteriormente Néstor Kirchner lo había nominado como juez federal el 7 de octubre de 2004. A Montenegro lo sucedió como juez federal Sebastián Casanello.
Mientras que Berni por su parte, lo hizo en el Poder Ejecutivo Nacional, como titular de la Secretaría de Seguridad de la Nación y vice ministro del Ministerio de Seguridad entre 2012 y 2015, designado por Cristina Fernández de Kirchner. Y en la actualidad desde 2019 hasta 2022 como máximo responsable de la seguridad en el orden provincial de la gobernación de Axel Kicillof. Incluso la remoción de Darío Oroquieta fue adelantada desde la comandancia de Berni. Oroquieta fue el primer secretario de Seguridad de General Pueyrredon, nombrado por Montenegro.
Estas trazas de sus carreras coinciden en una fecha, que conmocionó no sólo a nuestro país sino al mundo: 18 de enero de 2015. Ese día, el fiscal fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto con un disparo en la cabeza, en su departamento del edificio Torre Boulevard del complejo Torres Le Parc, en el barrio de Puerto Madero donde vivía.
Guillermo Montenegro era quien ocupaba el Ministerio de Justicia y Seguridad en CABA y había creado la Policía Metropolitana, Sergio Berni es uno de los apuntados dentro de la investigación. CABA era adyacente a la jurisdicción donde ocurrió el hecho que le costara la vida al fiscal.
Sergio Berni fue una de las primeras personas en llegar al departamento de Nisman, lo cual no obsta que Montenegro, no interviniera por el simple recogimiento de datos, en los primeros momentos de sucedida la trágica muerte del funcionario judicial. Aunque luego la investigación por cuestiones legales, quedara en manos de la justicia federal. Montenegro y Berni siempre hablan en privado y en público en razón de sus funciones.
En la actualidad, han despertado curiosidad los halagos recíprocos que se han prodigado Montenegro como intendente de General Pueyrredón y Berni como ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, y no ha sido fácil hallar el punto exacto de conexión de semejante empatía, proviniendo ambos de uno y otro lado de la grieta. Comparten amenamente desde sus espacios políticos.
El 18 de enero de 2015 puede ser una de las respuestas, a las incógnitas que despierta esa afabilidad en un universo político donde existen halcones y palomas pero también pájaros carroñeros.
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