La Justicia analiza actualmente el contenido de los celulares secuestrados a alumnos del Colegio Don Bosco, con el objetivo de encontrar información que aclare lo sucedido con la explosión que culminó con la pérdida total de la audición de una alumna.
En declaraciones a Radio Brisas, el fiscal Walter Martínez Soto explicó que los alumnos “son sospechosos porque no hay un elemento de prueba directo o indirecto que tenga el mérito necesario como para poder considerarlos imputados”.
La apertura de los celulares se realizó ayer. “Tenemos una autorización judicial para avanzar sobre elementos que puedan contener estos celulares, para transformarlos en una prueba. A la par se siguen tomando declaraciones testimoniales a personas que han tenido un tipo de conocimiento sobre lo que pasó y quiénes podrían ser los autores del hecho”, comentó Martínez Soto.
Por otra parte, el fiscal comentó que los propios alumnos brindaron la clave de los celulares “voluntariamente” y que ese procedimiento “se hace a la vista de todos interesados que quieren concurrir. Se hace una copia rápidamente y se les devuelve los celulares”.
Además, comentó que se pretendió tener una muestra de las sustancias que había en el tacho de basura, por lo que las pruebas fueron enviadas a la Policía Científica.