Un remisero que llevaba a un pasajero en evidente estado de ebriedad y realizando maniobras temerarias fue inhabilitado para conducir, luego de que se comprobara que tenía 2,95 g/l de alcohol en sangre.
El hecho ocurrió anoche. En primera instancia, fue el pasajero quien advirtió el estado del chofer y, asustado por las maniobras que realizaba, le exigió que cambiara su forma de conducir. Sin embargo, el chofer no modificó su accionar y se generó una discusión.
Fue entonces cuando al llegar a la zona de avenida Luro y 180 el pasajero le pidió que detuviera el auto, por lo que el chofer se asustó y -sorpresivamente- apretó el botón antipánico para dar aviso a la policía.
Esta acción fue finalmente la condena del chofer, ya que al arribar la policía y constatar el estado en el que se encontraba el remisero, decidieron hacerle un control de alcoholemia que arrojó un 2,95 g/l de alcohol en sangre.
Como si esto no fuera suficiente, el chofer no tenía la licencia de conducir en su poder.
Por todo esto, finalmente el remís fue secuestrado, el conductor multado y además la Municipalidad procedió a inhabilitarlo para volver a conducir.