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Sin dólares y con poco gas faltan alimentos y electrodomésticos

Ya sea como consecuencia de la guerra en Ucrania -que disparó los precios de las materias primas- o por la espiral inflacionaria local, hay algo cierto: distintos sectores clave de la economía sufren por los faltantes de productos, lo que muchas veces está vinculado a la escasez de dólares para importar. Lo puede constatar cualquier lector que visite un supermercado o un corralón de venta de materiales para la construcción. También se puede verificar en alguna tienda de electrodomésticos.

Fuentes de los distintos rubros consultadas por iProfesional comentaron que tuvieron más dificultades para acceder a dólares para pagar las importaciones desde que, hace algunas semanas, el Banco Central tomó intervención directa en la aprobación de las compras en el exterior.

Otro de los argumentos, sobre todo en el sector de la construcción, refiere a la posibilidad (cierta) de que las industrias no dispongan de todo el gas necesario durante el invierno para poder producir.

Ese escenario derivó en fuertes y sucesivos aumentos de precios en las últimas tres a cuatro semanas, que se sumaron a la presión alcista que ya mostraban los insumos derivados del petróleo, impactados por el salto en la cotización del barril de petróleo a nivel internacional.

El sector automotor, que ya venía afectado por la pandemia y la escasez de microchips y semiconductores, también se ve alterado por la falta de autopartes y la imparable suba de los precios. Lo sabrán quienes compran un cero kilómetro y terminan abonando un plus en la concesionaria con tal de recibir el auto nuevo.

Alimentos: precios más altos y escasez

También es un dolor de cabeza lo que está sucediendo en el sector de los alimentos. Los productos, que ya vienen mostrando alzas en sus precios que no se veían desde tristes épocas hiperinflacionarias, ahora también sufren la escasez de aquellos ítems bajo presión por la guerra.

Ya van varias semanas con escasez de aceite de girasol, a lo que se sumó la falta de harinas y sus derivados. La ausencia de variedad en marcas de fideos y galletitas, por citar dos casos, es notable.

La presión inflacionaria sobre estos y otros alimentos no afloja. Incluso en aquéllos que se embotellan. Sean bebidas o tomates triturados. Después de la falta de botellas en el mercado, ahora hay productos pero a valores impensados hasta hace algunas semanas.

Desde una de las bodegas más reconocidas del país le ponen número al fenómeno: “El costo de las botellas se encareció 45% en lo que va del año”, dice la fuente en tono de denuncia. Y agrega un dato alarmante: “Si se toma el acumulado 2021-2022, los aumentos de las botellas van entre 150% a 170”, asegura.

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