El Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, CONICET-UNMDP) junto a YPF Tecnología S.A. (YTEC) firmaron un convenio para trabajar, mediante nanotecnología, diferentes alternativas para encapsular pesticidas convencionales, que se usan actualmente y que presentan varias desventajas desde el punto de vista productivo, pero principalmente ambiental.
La nanotecnología permite crear nuevos materiales capaces de gestionar las enfermedades de las plantas relacionadas con las bacterias, los hongos y los parásitos, entre otros patógenos de los cultivos, de forma sostenida y, contribuye así a la producción de las prácticas agrícolas actuales.
Por su parte, los fertilizantes, herbicidas y plaguicidas convencionales presentan varias desventajas relacionadas con su escasa eficacia y su elevada pérdida en las masas de agua para la gestión de las plagas, por lo que cobra valor este acuerdo público-privado.
En este sentido, el principal objetivo del convenio -que tiene una duración inicial de 14 meses- es desarrollar procesos innovadores de encapsulamiento para vehiculizar herbicidas convencionales en nano y micro cápsulas poliméricas, es decir generar procesos, que sean económicos y escalables, en los cuales es posible proteger al principio activo con polímeros biodegradables.
Estos procesos permiten reducir las dosis de herbicidas, la cantidad de aplicaciones y aumentar su efectividad. De esta manera, el equipo de investigación se propone realizar el escalado progresivo de la tecnología de encapsulamiento para cada principio activo y evolucionar a un formulado final que sea factible de replicar en empresas formuladores a escala industrial.
“En nuestro país, la horticultura contempla alrededor de 500.000 hectáreas y ocupa cerca de 10 millones de jornales por año. Esto nos muestra el alto valor social de dicha actividad”, explicó Vera Alvarez, referente local del proyecto.
La científica explicó que en el grupo de materiales compuestos termoplásticos (CoMP) trabajan en la encapsulación de principios activos para diversas aplicaciones desde hace más de diez años. Y en particular en el desarrollo de agroinsumos sostenibles están trabajando en conjunto con el grupo de Fisiología del Estrés en Plantas del IIB (dirigido por Claudia Casalongué) desde el año 2013.
Si bien el área de aplicación puntual de este proyecto es la agroindustria, el desarrollo de materiales encapsulados, se puede extender a otras áreas tales como textiles, biomedicina y cosmética.
Este tipo de desarrollos es de suma importancia ya que como indicó Alvarez “Las prácticas agrícolas que se desarrollan en nuestro país y, en particular, en la provincia de Buenos Aires, implican un intensivo uso de agroquímicos que conllevan a la obtención de alimentos con un alto grado de toxicidad y a una alta agresividad al medio ambiente”.
Las etapas del proyecto son: desarrollar los protocolos para la obtención de los herbicidas encapsulados; obtención y caracterización de las partículas y realización de estudios de campo. En cada uno de los pasos se van estudiando, validando y optimizando las formulaciones. Este proyecto contempla también el escalado de las formulaciones a escala o pre-comercial y el diseño de mapas de proceso. El desarrollo del mismo requiere de una interacción permanente de los equipos de trabajo y las instituciones involucradas en el mismo.
“Esta iniciativa es muy importante para mí debido a la posibilidad de aportar agroinsumos de bajo impacto para el ambiente y la salud humana, que sean biodegradables y biocompatibles, pero que a la vez sean capaces de cumplir con las exigencias de productividad sostenible y de mayor eficiencia operativa y productiva en el mercado de cultivos agrícolas y hortícolas”, amplió Vera.
Para la especialista “esto nos da la posibilidad de colaborar para tratar, por un lado, de reducir la contaminación ambiental -por ejemplo, de los herbicidas que terminan en cursos de agua-, y que las personas puedan tener a su alcance alimentos libres o con menor cantidad de estos productos”.
De este convenio participan Vera Alvarez, investigadora principal del CONICET Mar del Plata y Andrés Torres Nicolini, también perteneciente al INTEMA. Por parte de YTEC se suman Marcos Coustet y Sebastián Reinoso; y Aline Schneider, Eliana Abrahamovich y Maria Cecilia Orsini por YTEC/CONICET.
Fuente: CONICET Mar del Plata