Los días de Aldosivi son frenéticos desde que Palermo se desvinculó como técnico. Casi sobre el inicio del duelo ante Patronato por la tercera fecha de la Liga Profesional, se empezaban a disipar negros y densos nubarrones propios de la coyuntura. El viejo dirigente portuense levantó el teléfono rojo de Batman y lo llamó. Del otro lado, ya había problemas. Los dos puntos en cuestión se unían. José Moscuzza necesitaba un técnico, alguien de confianza para su club. Leandro Somoza, quien ascendió a Primera con el Tiburón en la gestión encabezada por Gustavo Álvarez, se preparaba para volver al lugar donde terminó su exitosa carrera como jugador. Todo cierra.
Terminada su época activa como futbolista, Somoza trabajó con Miguel Angel Russo en Boca como ayudante de campo entre 2019 y 2021. En su primera experiencia como entrenador absoluto en el “Canalla”, dirigió siete encuentros del anterior certamen, logrando dos victorias, un empate y cuatro derrotas. Pasó de fase en Copa Argentina y en el actual campeonato perdió uno y empató el otro. En el medio de eso se quedó sin su goleador y referente, Marco Ruben, y se fue también el cerebro, Emiliano Vecchio. Los refuerzos pedidos no llegaban. Somoza se sintió solo y sin fuerzas para seguir. Acusó a los directivos de filtrar temas que se hablaban en privado. De allí el oportuno llamado del viejo lobo de mar que huele tempestades a partir de su experiencia. Sin intermediarios.
Kily González, Claudio Arzeno, Diego Cagna, Frank Kudelka, Diego Osela y tantos otros aparentemente quedaron relegados ante el gusto personal del patriarcal directivo. Solo falta la confirmación.
Fuente: TyC Sports