El concejal del PRO Fernando Muro transmitía muy entusiastamente el proyecto para las playas de Chapadmalal, como la nueva José Ignacio de Mar del Plata. Lo escuchaba Margarita Stolbizer, en esos términos en el Hotel Nuevo Ostende. Y ya se han cumplido las etapas administrativas de este emprendimiento e involucran en el mismo a Santiago Bonifatti y al empresario Fernando Aguerre.
Sin embargo la transformación de la emblemática zona, según lo confirmaba el ex secretario de la Producción de la MGP, no cuenta con la aprobación de los vecinos del lugar que han observado que no existen servicios básicos de infraestructura, lo cual colapsaría el lugar.
Hoy las unidades de vivienda de 1, 2 y 3 dormitorios que cotizan en Uruguay entre $US 120.000.- y $US 180.000.- lo cual se constituye en un negocio inmobiliario muy similar en tierras de Chapadmalal.
Aunque en el caso de la cercanía de estas playas marplatenses, no gozarían de la exención de impuestos que ofrecen en Punta del Este, sino que significarían más gastos para un escuálido presupuesto municipal 2022, que consume el 85 % en salarios de trabajadores municipales y remuneraciones de una abigarrada planta política.
Y se contempla además un sensible aumento, muy por encima del incremento en el porcentaje de tasas, que tiene como destino el Concejo Deliberante, donde de manera precisa se votará favorablemente en la próxima sesión, y que recibirá un 74 % más que en el ejercicio de 2021.
Todo maquillado y tuneado con el aporte de los concejales de Gustavo Pulti, que activan obras que no se harán en el presente año, la nimiedad del presupuesto participativo y promover la separación de residuos en origen, que fracasara rotundamente entre 2007/15.
Volviendo a las playas de Chapadamalal, los emprendimientos inmobiliarios de estas características son un sello de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en CABA, y no se descarta que esta misma matriz sea la imperante en Mar del Plata, con el guiño del intendente Guillermo Montenegro.
Sin embargo, el ambicioso proyecto estaría adoleciendo del cumplimiento de instalación de servicios básicos, en algunos casos municipales, no contemplados según la información que se ha conocido hasta el momento. No obstante, pueden estar previstos en forma previa a las construcciones de las categorizadas viviendas, que elevarían el valor inmobiliario de toda la zona, con los beneficios que aportan las inversiones de esta naturaleza.
Se espera conocer cuál es la posición oficial en este aspecto, fundamentalmente del intendente Guillermo Montenegro, que según se supo se ha ausentado de la ciudad por razones políticas y cuestiones familiares que estaría atravesando, manteniéndose reserva sobre las mismas a pesar de los trascendidos, que le han complicado el día a día.
Llamó la atención la ausencia del intendente Montenegro, en el acto oficial al recordarse el 46 aniversario del golpe de Estado de 1976, aunque sí dijo presente el miércoles en el acto de intendentes y otros referentes del PRO, en la base aérea de El Palomar.
El jefe comunal haría uso también de este viernes laborable para prolongar su estadía fuera de la ciudad, y empalmar con los días no laborables para la administración pública mañana sábado y pasado domingo. Aunque su agenda se desconoce para el próximo lunes, en realidad siempre se desconoce, aunque sorpresivamente se ha mostrado en twitter siguiendo el temporal que arrecia la ciudad. Un especie de manejo a botonera cuando los marplatenses sufren vientos y lluvias que arrecian la ciudad hace 48 horas.
El reciente acercamiento del concejal Nicolás Lauría, su sucesor orgánico, en algunos temas que necesitan su voto, no despejaría el riesgo de un oportuno pedido de licencia como muy posiblemente sea aconsejable en estos casos. Es un soldado de Rodríguez Larreta y se lo nota empeñado en seguir todos sus pasos, dijeron quienes tienen acceso a la Privada. Cuando decimos todos son todos, aseguraron.
