Más de 2.100 habitantes de la asediada ciudad ucraniana de Mariupol fallecieron desde el inicio de la ofensiva rusa, afirmó ayer el alcalde de la localidad, Vadym Boychenko.
“Los ocupantes atacan cínica y deliberadamente edificios residenciales, zonas densamente pobladas, destruyen hospitales infantiles e infraestructuras urbanas; hasta la fecha, 2.187 habitantes de Mariupol murieron en los ataques rusos”, afirmó Boychenko en Telegram, según la agencia de noticias AFP.
“En 24 horas, hemos visto 22 bombardeos en una ciudad pacífica; ya se lanzaron unas 100 bombas sobre Mariupol”, agregó el alcalde de la ciudad del sureste de Ucrania.
Mariupol, una estratégica ciudad portuaria situada entre Crimea y Donbass, se encuentra en una situación “casi desesperada”, carente de alimentos y privada de agua, gas, electricidad y comunicaciones, aseguró Médicos Sin Fronteras (MSF).
En las últimas 48 horas se reportaron más de 500 personas fallecidas, luego de que un informe brindado por las autoridades el viernes último cifrara el número de muertes en 1.582.
El sábado las autoridades anunciaron la apertura de un nuevo corredor humanitario para intentar llevar alimentos y medicamentos a la ciudad, una de las más castigadas desde el inicio de la invasión el 24 de febrero pasado.
La situación en la ciudad de 400.000 habitantes es crítica desde hace días, al punto que el representante local del Comité Internacional de la Cruz Roja, Sasha Volkov, alertó que algunos residentes “empezaron a pelearse por la comida” y muchos se quedaron sin agua potable.