De cara ya a lo que será la segunda y última semana de las vacaciones invernales, el Teatro Auditórium celebra con agrado el éxito del ciclo A desaburrir el invierno, que como siempre ha tenido una buena respuesta por parte del público: en este 2010 ha pasado ya un total de 14 mil espectadores entre todos los espacios que presenta el reconocido centro de arte.
Con un promedio de 2000 personas por día, las autoridades han querido confirmar que esta propuesta está incorporada a la cultura del disfrute en vacaciones de invierno. En las diversas salas que tiene el Teatro Auditórium se ofrece un espacio recreativo a los chicos para que a través de espectáculos teatrales, comedias musicales, títeres, talleres, shows y animación, encuentren los estímulos necesarios para jugar y divertirse.
La satisfacción por el trabajo que se viene realizando queda demostrada en las palabras del director del Auditórium, Gustavo Giordano, quien confió que este ciclo “es el mejor ejemplo de que cuando una política pública buena y de calidad es respetada, se mantiene, se afianza y mejora a lo largo del tiempo”. A esto se suma un centenar de chicos que asisten a comedores barriales de Mar del Plata y la zona a través de esta iniciativa.
Se recuerda que las actividades se realizan diariamente a partir de las 14. Una vez ingresados, los niños y grandes tienen acceso a todas las funciones que se llevan a cabo hasta las 18 en las distintas salas. La entrada única tiene un valor de $ 10 para los adultos y $ 5 para menores de 13 años, y con ella se puede acceder a todos los espectáculos y talleres que deseen disfrutar.
A desaburrir el invierno está ambientado y orientado a la música, espectáculos, talleres y escenografía. ¿Vamos a ver cómo es?, Cambio y fuera, Ensamble Amadeus, los títeres de Pepe García, Virizap…!, Despacito a pasito, Construyendo música, Pido gancho o la propuesta del grupo Carromato con Colores en el corazón son algunas de las propuestas teatrales que se presentan.
Pero además de las puestas en escena, los pequeños pueden recrearse en talleres de plástica, la fábrica de música, un taller de percusión, de murga, títeres, caracterización y radio. También, se lleva a cabo un programa para que los chicos cambien juguetes bélicos por libros y de esta forma incentivar a la paz y la lectura.