Amplio tratamiento le ha dado Perfil, en su edición de hoy en nota que firma Rosario Ayerdi. Es un relato pormenorizado de los hechos que derivaron en un intento de homicidio. Jorge Etchart ocupaba hasta la separación de su cargo, un alto cargo político en el Ente Municipal de Deportes, clave en la programación de espectáculos y acontecimientos artísticos y deportivos.
El siguiente es el texto completo del artículo, que hizo agotar la edición en Dolores, casualmente la ciudad natal del intendente Gustavo Pulti:
“Como cabecera del Departamento Judicial de los distritos de la Costa, los 25 mil habitantes de Dolores se acostumbraron a ser sede de casos que ocuparon las primeras planas de los medios, como el crimen de José Luis Cabezas, el fotógrafo asesinado en Pinamar en 1997; la destitución del juez Hernán Bernasconi; y el caso de extorsión ligado al ex intendente de Pinamar, Roberto Porretti.
Esta vez, Dolores vuelve a escena, pero por una historia local de pasión y homicidios frustrados que involucra a sus propios funcionarios municipales. El hecho ocurrió el 2 de junio último, cuando Tomás Silva fue interceptado en la puerta de su casa por una camioneta Citroën Picasso. Allí, un hombre identificado como Martín Goroso (empleado municipal y encargado del Polideportivo Evita) le habría disparado a Silva. Según consta en la causa judicial, quien manejaba el vehículo sería el propio secretario de Deportes de la municipalidad, Jorge Etchart, a quien vinculan sentimentalmente con la mujer de Silva.
“La historia comenzó cinco años atrás cuando Silva descubrió un mensaje de su mujer (Viviana Alza) en el que quedaba claro que Etchart era su amante. En aquel momento, Tomás enloqueció y llegó a introducirle un revolver en la boca para matarla, pero no le salió el disparo”, relataron ante PERFIL allegados al hombre baleado.
De acuerdo a la hipótesis judicial, cada vez que Silva se encontraba con Etchart en la calle, le recriminaba que tuviera vínculos con su esposa, hasta que en febrero último Silva le dio una trompada a Etchart. De acuerdo al abogado de Silva, Héctor Zamora, “hace un mes y medio, Etchart le tiró la camioneta encima y le dijo ‘a vos te voy a limpiar’”. Según consta en la causa, días después el secretario de Deportes habría contratado a Goroso para matarlo. Sin embargo, el plan se frustró porque Silva resultó herido pero no murió. Pese a que hasta ahora Alza no está involucrada en la causa, allegados a Silva aseguran que “Etchart actuó con consentimiento de la propia mujer de Silva”.
Sin embargo, a cincuenta días del último intento de homicidio y mientras la causa avanza, Silva continúa viviendo con su mujer. “Estoy muy dolido, no quiero hablar”, le dice a PERFIL en la casa que comparte con Alza. Etchart tampoco quiere hablar y envía a su mujer a atender a los medios: “Prefiero que hable el abogado”, dice ella.
A todo esto, el intendente local, Camilo Etchevarren, jefe de los dos involucrados en el intento de homicidio, mantiene un sugestivo silencio.
Según el fiscal Diego Bensi, hay fuertes indicios de que Goroso le disparó al menos dos tiros con intención de matar a Silva en la puerta de su casa. Además, el representante del Ministerio Público consideró que Goroso fue instigado a cometer el hecho por una persona que lo trasladó hasta el lugar del hecho en un vehículo que había pedido prestado y le endilgó a Goroso la autoría de los disparos, y a Etchart su participación en calidad de “coautor e instigador”.
El viernes de la semana pasada, el fiscal pidió la detención de Etchart luego de la declaración del dueño de la Picasso, un profesor de tenis, que confirmó que le había prestado el automóvil a Etchart en el horario del intento del homicidio. Sin embargo, la detención no se tramitó ya que el abogado del imputado había presentado anteriormente una eximición de detención. Finalmente, la jueza rechazó el pedido y el último miércoles, el abogado apeló la resolución ante la Cámara Penal.
Etchart también cumplía funciones en la Municipalidad de Mar del Plata como organizador de eventos especiales. Allí se encargó de organizar la Copa Davis el año pasado. Sin embargo, al verse involucrado en una causa judicial, el intendente Gustavo Pulti decidió separarlo del cargo. No ocurre lo mismo en Dolores, en donde, pese a que el abogado de Etchart aseguró que presentó su renuncia, el funcionario sigue en su cargo y el último martes entregó subisdios a clubes de la zona.
Inseguridad y drogas
El mismo día en que le disparaban a Tomás Silva, el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren arremetió contra el fiscal general Diego Escoda, y el jefe departamental de la Policial local, Gustavo Peralta. Sucede que, días antes, el jefe comunal sufrió un robo en su casa. Así, Etchevarren declaró que la inseguridad en el distrito “está aumentando” porque estos funcionarios “no combaten la droga” y los culpó por “inacción”. “La delincuencia en Dolores está aumentando porque no combaten la droga”, sostuvo el alcalde, quien también responsabilizó por ello a legisladores opositores”.