Bajo el título “Las increíbles declaraciones de un concejal marplatense sobre el matrimonio gay”, Ariel Greco, integrante de la Juventud Peronista de Mar del Plata, se refirió a los dichos de Carlos Arroyos. A continuación la cita textual del comunicado:
En la madrugada del jueves el Senado de la Nación votó en forma favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo, es decir, la igualdad de las mujeres, homosexuales, extranjeros. Como es evidente, no sólo la visión del concejal Carlos Arroyo sobre el mencionado tema es, casi discriminatoria, sino que los argumentos vertidos carecen de sustento en una sociedad que intenta ser igualitaria.
Uno de los argumentos que algunos esgrimen para explicar por qué están en contra de la homosexualidad, es que ningún animal se empareja con otro que sea del mismo sexo para copular y que, por lo tanto, las personas no nos podemos acostar con personas del mismo sexo.
Este argumento está más que demostrado que no es cierto. En primer lugar, porque existen animales que buscan copular con animales del mismo sexo, como se demostró en una exposición en Oslo. En segundo lugar, también es importante destacar que los animales no hacen muchas cosas que las personas sí hacemos, como es el caso de escribir, leer, estudiar, entre otras muchas. ¿Acaso toda la humanidad debemos dejar de escribir porque los animales no escriben?
En segundo lugar dicen que acostarse con personas del mismo sexo es antinatural. Pues bien, si buscamos “antinatural” en el diccionario de la Real Academia Española, nos remite a la palabra “Contranatural”, que significa contrario al orden de la naturaleza. Lo cierto es que acostarse con una o varias personas del mismo sexo, al igual que acostarse con una o varias del sexo contrario, es ser sexual, y eso no es algo que sea contrario al orden de la naturaleza, pues es algo de lo más normal que todos los animales y las personas lo somos. Sin embargo, sí que lo es construir grandes ciudades que contaminan el planeta y que hacen cambiar la naturaleza y la hace impredecible.
Otro argumento es que el sexo es para tener descendencia y que por lo tanto, al ser imposible tener con personas del mismo sexo, no se puede practicar el sexo con los del mismo sexo. Este argumento parece sacado del siglo XIX, porque desde el siglo XX ha ido cambiando la manera de ver el sexo, ya que la tasa de natalidad, sobretodo en Europa, ha ido descendiendo progresivamente. También decir que hoy en día la gran mayoría de las personas heterosexuales practican más de un millar de veces el sexo en su vida, y que sin embargo, la tasa de hijos por familia no supera los dos hijos. Entonces podemos ver que el sexo no es algo que se usa tan sólo para tener hijos, sino algo que se usa en primer lugar para obtener placer y en segundo lugar para tener descendencia.
Por último, también se dice que no tendrá la misma educación un niño que está criado por parejas del mismo sexo que el que está criado por parejas de ambos sexos, porque el niño le hace falta un padre y una madre. A esto, destacar aquellos niños que se les han muerto el padre o la madre cuando eran pequeños y que no por estar ausente el padre o la madre tienen por qué tener una mala educación. O también, destacar aquellos que son hijos de madres solteras y que ahora son lo que son: personas importantes y con buena educación.
En fin, podemos ver como los argumentos de el mencionado concejal,caen de su propio peso, no sólo no son nada estables, sino dejan a consideración de muchos, su pésima visión sobre los derechos humanos. Me gustaría poder recomendarle al concejal Arroyo, que traté de visitar mas seguido los barrios marplatenses en donde existen muchos chicos, hijos de heterosexuales, en muchos casos, que carecen de los medios necesarios para poder, crecer bien alimentado, con posibilidades de estudio, de tener gas natural en su casa y miles de cosas más. La recorrida en los barrios, no sólo debe ser antes de una elección, sino los 365 días de año. Si carece de esta información, le puedo ofrecer el listado de más de 20 comedores barriales que sufren la indiferencia en la ciudad de Mar del Plata”.
(Fuente: Juventud Peronista)
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