El deporte ha dado mucho tema al cine, ha servido como fuente de inspiración, sobre todo en películas que buscan vigorizar a la sociedad sobre lo importante de la lucha y el esfuerzo antes las adversidades. Sin embargo, Noche en la ciudad es otro tipo de películas: es más un film noir, aunque se centre en el universo de la lucha grecorromana.
El film, de 1950, dirigido por Jules Dassin, tiene varias particularidades. Es la última película filmada por Dasin para un estudio norteamericano luego de que fuera incluido en las listas negras del Gobierno estadounidense en épocas de la guerra contra el comunismo. Se sabe: la idiotez, que no conoce fronteras, es enemiga del cine. El film se verá este jueves a las 18 en la Sala Nachman (Boulevard Marítimo 2280).
Y Dassin, con los protagónicos de Richard Widmark, Gene Tierney y Googie Withers realiza este notable drama urbano, basado en una novela de Gerald Kersh. Widmark) interpreta a un timador de poca monta que trabaja en un club nocturno, pero que desea triunfar y ser reconocido. Por eso se mete en el negocio de la lucha grecorromana, valiéndose de engaños.
Noche en la ciudad es una suma de talentos. Porque a la dirección de Dassin y a la actuación de Widmark, hay que agregar la excelente fotografía de Mutz Greenbaum. Así, la película adquiere un clima de noir, donde el humor de la postguerra se respira macabramente. Es una película oscura, ominosa, donde no hay salida para personajes en los márgenes de la sociedad.
Cuatro décadas después hubo una remake de Irwin Winkler (hombre del cuño de Scorsese) que tuvo a Robert DeNiro y Jessica Lange en los protagónicos. Si bien se trataba de una buena película, no lograba transmitir el clima agobiante del original y apenas se quedaba con la anécdota de trampas y hombres turbios, ahora en el universo del boxeo.