Y si empezamos por Tandil, la ciudad del futuro

 

El intendente Lunghi preside la XXV edición de Mercociudades

“Tandil representa lo que podría ser Argentina” deslizó Facundo Manes.  Puntualizando que es “una ciudad con universidad, con industria, con turismo, con emprendedores que todos los días ponen el hombro y un gobierno local que acompaña, ordena y está presente en todos los planos”.

Cabría la abstención como respeto y reconocimiento a una expresión con base científica, pero hay otros detalles que forman parte de una construcción armónica de ciudad que ha valido valiosas nominaciones en el Foro de Mercociudades integrada por 1.500 ciudades.

Tandil no se baja de ninguno de los podios que hacen a la calidad de vida y a los beneficios que disfrutan sus habitantes. Y esto no es un detalle menor tras la salida económica traumática de la pospandemia.

José Luis, un querido amigo, transmite por whatsapp: “Y acá estamos en la Mónaco Argentina”. Es acertadamente crítico, pero ejerce el disenso, instalado en su mesa de café en La Vereda de la ciudad serrana.

No es una ciudad ostentosa, sino que en la misma funcionan todos los servicios, y llegan desde diferentes sitios para localizar inversiones industriales, comerciales, complejos hoteleros y centros comerciales.

Minga de crisis…

Dicen que en Tandil las grandes crisis se notan mucho menos. Y en verdad, hay bastante de ello. En los últimos años, ha superado con esfuerzo la caída de 2 gigantes fabriles, Metalúrgica Tandil y Cerámica Loimar, la mayor productora de ladrillos desde la década del ´70.

Desde el 2000 hasta la actualidad, hubo un día a día de crecimiento, cuya envergadura también aparece en el GPS de los funcionarios, porque aparecen las denominadas crisis del crecimiento, que también existen.

 

Juan Martín Del Potro visita hogar de ancianos. Aquí junto a Angel Capel

El ensamble del Comité Mixto de Turismo de Tandil, donde se aúnan el sector privado y el Estado Municipal, han articulado un proceso de concreciones que tiene la continuidad necesaria y no permite el estancamiento. Así absorben el problema inicial del primer empleo, el que sirve para los jóvenes que eligen trabajar y estudiar.

Piedra, Turismo y Universidad

El símbolo de la Piedra Movediza, un ícono de la ciudad, caída el 29 de febrero de 1912, fue restituido en su lugar por la decisión del ex presidente Néstor Kirchner. Fue el 17 de mayo del 2007. Así recuperó el escudo de la Selección de Fútbol de la ciudad, en las inolvidables copas Beccar Varela.

Proyectos con rigor, sustentables, creativos, nacen en las probetas de los laboratorios de ideas de los claustros de la UNICEN. La Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, fundada por un visionario de la educación, el doctor Osvaldo Marcelino Zarini en 1964. Fue nacionalizada en 1974 por una ley nacional impulsada por los entonces senadores nacionales Juan Carlos Pugliese y Fernando de la Rúa. De allí salen los profesionales universitarios que proyectan el futuro y los detalles que incorporan tecnología.

Es imposible no asociarla a los fundamentos de la transformación que disfruta la ciudad serrana fundada el 4 de abril de 1823 por Martín Rodríguez. La UNICEN tiene extensiones de unidades académicas en Azul, Olavarría y una subsede en Quequén. Es un derrame que siembra conocimiento, no hay improvisación ni voluntarismo.

Hoy es un polo de desarrollo regional que se expande a Gardey, Estación Vela o María Ignacia. Lo mismo que las vecinas Benito Juárez, Rauch y Ayacucho, entre otros lugares de una vasta región. Tandil genera un efecto propagador de quienes se acercan a una nueva meca, que gana espacios en grandes medios de comunicación no solo nacionales sino del mundo. La señal ESPN hizo conocido a Juan Martín Del Potro, como la Torre de Tandil, quien pasó a la historia como single determinante para que Argentina consiguiera la Copa Davis, por primera y hasta ahora única vez en el país.

Como la apertura a planes de inversión que llegan a través de embajadores de países como últimamente de Kuwait y Egipto, el nudo de la cuestión que ata al despegue de Argentina aplastada por una crisis cuya magnitud se desconoce en su profundidad. En ese marco, Tandil ya recibe a embajadores de otras potencias pensando en el futuro de las inversiones. Es dar el paso adelantado.

No resulta anecdótico que el fantástico renacimiento del turismo en Tandil ha sido un impresionante sustento para la ramificación de actividades anexas como transportes, construcción, guías de turismo, ventas de combustibles, pequeños paradores etc.

Por eso es necesario retrotraernos al conocido paraje conocido como Boliche de Noli, hoy Avenida Don Bosco y Francia (una esquina con semáforos) cuando hace sólo poco más de 50 años era transitada por arrieros con 50 vacas hacia el otrora matadero municipal.

Don Luis Prudencio Noli, junto a su esposa Ana Bomina Gómez, fueron pioneros en la actividad turística de los tiempos modernos, cuando en su jardinera tirada por su yegua “Bonita”, iba a recibir a boy scouts que provenían de Lanús, Moreno, San Justo, etc, que llegaban a la estación ferroviaria de Aristóbulo del Valle y Machado. Esos fueron los primeros turistas que llegaron a Tandil, muchos comenzaron a acampar luego en el Camping Municipal.

En su carromato cargaban mochilas y carpas que aliviaban el viaje de los excursionistas, una larga caminata de casi 10 kilómetros entre la estación de trenes y El Boliche de Noli, que también tenía su equipo de torneos barriales como Amigos Unidos del Matadero Viejo.

Que se hayan caído Metalúrgica Tandil y Cerámica Loimar (aunque esta última resurgió), determinó que tras los conflictos hubiera salidas laborales, y para ello acompañan y aportan las explotaciones mineras alejadas del ámbito céntrico. La ganadería, agricultura, las empresas del conocimiento, 10.000 plazas en cabañas que demandan servicio doméstico, complejos deportivos y hoteleros y mucho más.

Han existido casos de fines de semana largo, en los cuales hasta con seis meses de anticipación se prevé hasta el 90 % de sus reservas de alojamiento en todas las categorías que se disponen.

Y un día… Miguel Lunghi, el hijo de Don Pepe…

La del domingo anterior fue la décima elección en la que participó Miguel Lunghi como intendente, desde aquel lejano 2003. En 1983 en la primera elección del retorno a la democracia, el intendente elegido había sido también el radical Américo Reynoso.

Lunghi mantiene imperturbable su vocación de servicio a la gente, a su pueblo y no deja de trabajar rumbo al centenario en 2023. Es una municipalidad que tiene servicio de recolección de residuos, su usina de energía propia con la incorporación de alternativas eólicas y solares, conectadas al sistema de interconexión nacional, sus plantas depuradoras de agua, tratamiento de separación y tratamiento de residuos, todo por administración propia como otros servicios públicos como alumbrado y señalamiento luminoso, todo por administración propia.

En la mitad de su quinto mandato el jefe comunal tandilense que heredó la vocación de su padre, el ex intendente José Emilio “Pepe” Lunghi (1963-1966), implementó un servicio de salud que llega hasta la cirugía pediátrica cardíaca y el Plan Bambino, destinado a la atención y prevención de la salud de los niños de familias de escasos recursos. Desde la cuna se cumple con su calendario de vacunación escolar.

Finalmente su empeño está en mejorar la calidad del agua, reduciendo la cantidad de nitritos para la población, un reclamo que atiende con planes que ha sabido encarar y que provienen de la nación y Provincia de Buenos Aires, algo que se llama gestión y que muchos nuevos intendentes no tienen ni han tenido en muchas ciudades bonaerenses, donde debe asistírselos hasta con fondos para el pago de salarios.

Tandil no es sólo quesos y salamines, aunque son productor icónicos, y también allí sobresale dado que son los preferidos por el doctor Alberto Cormillot en las dosis que él mismo se permite entre sus permitidos, como ha referido en su programa radial.

No hubo subsidios ni planes, sino trabajo y más trabajo durante décadas. Los resultados, a la vista.

Jorge Elías Gómez (*)

 (*) El autor de esta nota agradece la colaboración del periodista y escritor tandilense Néstor Dipaola, que nos aportó valiosos datos históricos.
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