La Mesa Directiva del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires Distrito 9 se expidió sobre el complejo de Punta Mogotes, invitando a un debate sobre el futuro de este emblemático sector urbano y propone colaborar para llamar a un concurso de ideas que permita revertir la lógica obsoleta del complejo balneario.
“El Complejo de Punta Mogotes ocupa una superficie cercana a las 30 hectáreas de tierra urbana ubicada en un lugar privilegiado de nuestra ciudad. Se divide en 24 parcelas de explotación, que involucran la franja de arena, las instalaciones destinadas a balnearios y gastronomía y un amplio sector pensado para el estacionamiento de 10.000 vehículos”, explicaron en un comunicado.
Los Arquitectos señalaron que “tal como lo conocemos, esta infraestructura balnearia data de fines de la década del ‘70, cuando durante la dictadura militar se ejecutaron las obras con un presupuesto de 70.500.000 dólares. El financiamiento fue a través de una sociedad denominada Proyectos Especiales Mar del Plata Sociedad de Estado, compuesta por la Municipalidad con un 30% de las obligaciones y derechos, y la provincia de Buenos Aires con el 70%”.
“El propósito en Punta Mogotes fue dotar de moderna infraestructura a un sector equivalente al 45% de la superficie de arena de la ciudad, mediante una contratación directa, obviamente sin ningún tipo de participación ciudadana. Un proyecto absolutamente insensible con el paisaje y con el ambiente, basado en un paradigma hoy obsoleto, que imponía el uso del automóvil individual como modelo de progreso”, remarcaron los especialistas.
En este sentido, las autoridades señalan que “lo que hoy ocurre es que nos encontramos con una pieza urbana, ubicada en un sector predilecto de nuestra trama, que sumado a las vías rápidas de varios carriles que lo rodean constituyen una barrera infranqueable entre el barrio y su paisaje costero. Con una infraestructura decadente y que además se encuentra nueve meses por año sin uso”.
Al respecto, consideraron que “como sociedad deberíamos comenzar a plantearnos qué hacer con este especio tan característico de nuestro paisaje costero” y remarcaron que “desde su ejecución hasta la fecha, la Comuna no recibió ningún tipo de participación en los ingresos que las concesiones de la actividad balnearia han generado. Concesiones que además hacen un uso muy intensivo de la arena, complicando aún más la accesibilidad al espacio público”.
De todos modos señalaron que “si bien el traspaso de una jurisdicción a otra no garantiza que se revierta la suerte de este complejo y su área circundante, es cierto que lo más razonable es que un Estado municipal pueda tener el control de los sectores más icónicos de su territorio”.
“El cuidado del paisaje, la sustentabilidad ambiental o la participación ciudadana eran criterios que en el momento de la construcción del complejo, no eran tenidos en cuenta -indicaron y por eso precisaron que- El área merece una restructuración integral que involucre estos paradigmas, y además garantice un mejor uso de todo el año, lo cual también colaboraría con su necesario mantenimiento. Que además genere espacio público de calidad, accesibilidad universal y que privilegie el uso peatonal y la movilidad sustentable”.
El comunicado de los Arquitectos concluye que “esta tan significativa pieza urbana merece un proyecto integral y participativo. Una posibilidad, creemos que podría ser un concurso de ideas para reconvertir el área haciéndola accesible, sustentable desde el punto de vista ambiental y con una calidad paisajística acorde a lo que nuestra ciudad se merece”.