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12S, 14N y 700 días para el 2023: la invasión K, son oficialistas y opositores; lo peor no pasó

Este es el cronograma que llena de sombras el futuro inmediato de los argentinos. Kicillof llamó reformulación a sus modificaciones de gabinete y AF se entregó a gobernadores de baja intensidad política, para disimular el evidente quiebre de su contrato con el 70 % de los ciudadanos.

El cachetazo al poder político no ha sido menor. Y en menos de 60 días, con la intervención de viejos actores de la política que ya eran parte del ostracismo, se intentará revertir una desventaja que llegó para quedarse. Es de manual que no hay margen posible y mucho menos legítimo de hacerlo, a través de un pretexto como “darle más volumen” al gobierno.

 

Se apelarán a contravenciones que sumarán desasosiego, en una sociedad que ya acudió por lo menos malhumorada al acto cívico de hace tan sólo 8 días. Si la capacidad de reacción del oficialismo es volver a un pasado inmediato, las noticias no son las mejores.

Las reglas de la economía como ciencia, tienen impacto social indudable, sumar o bajar la pobreza, entre ellas. Esa condición de recuperar el poder adquisitivo con voluntarismo, está estrechamente vinculada a las necesidades electorales de CFK, AF y AK.

Partiendo de un absurdo, que se trate de un plan exitoso, es absolutamente improbable que pueda arrojar resultados prácticos el segundo domingo de noviembre. Y el tránsito hacia entonces es de un tráfico saturado, atascado y a contramano de la voluntad popular. El peor de los escenarios.

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La prudencia orgánica de Juntos, no ha alentado a dinamitar la fragilidad del momento. No hubo saqueos ni paros salvajes ni intentos desestabilizadores, todo está a cargo de quien no deja de tomar las riendas del país, y de no rendir cuentas ante la justicia. Precisamente, la franja de funcionarios del PEN con directa influencia en el Poder Judicial de la Nación, han permanecido inamovibles.

Este es un dato excluyente e imprescindible de conocer y analizar. Son la llave para sonsacar los fallos de la impunidad de la jefa del presidente de la Nación. CFK no pretende el bienestar ni la prosperidad ni la república ni la democracia para los argentinos. “A mí me absolvió la historia”, descerrajó ante un tribunal de jueces que la juzga. Los fallos para absolver nunca salieron.

Tenemos ejemplos en América del Sur, de cómo se resuelven modelos de gobierno de signos populistas con distintas versiones. La matriz K con su avance puede hallar distraída a la oposición, dado que es muy posible que la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores de la Nación, cambié en su composición y afecte el ejercicio del poder en modo K.

Las señales más notorias del 12S llegaron desde las ausencias a no votar por un lado, y las zonas que dejaron de responder, por el otro. Muchos no fueron a votar y otros tantos, los que fueron, no respondieron con un voto positivo, repitieron como el “no positivo” de Julio Cobos de hace 12 años, y que estuvo a punto de hacer regresar a Santa Cruz al matrimonio de Néstor y Cristina.

Tiene olor a sentencia el resultado y en el peronismo sobrevuela una definición muy típica en sus mensajes tan llenos de presagios y que hablan del “olor a calas” utilizado por Hugo Moyano entre otros: “cuando el resto de los municipios y de los gobernadores empiecen a sentir más profundamente el olor a cala van a tomar distancia del Gobierno”, data en este caso del 2013

Moyano ha tenido con sus cuestionables métodos, la pericia de permanecer anexado al poder político durante 4 décadas. No debería ser menoscabada, que la consolidación de los votos en noviembre, en este caso profundice la división en el oficialismo, que por ejemplo no logra romper con la resistencia del vice gobernador de Tucumán.

 

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Tal el caso de Osvaldo Jaldo, quien no permite nada menos que asumir al designado nuevo jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, otra señal de alerta roja para las máximas autoridades del país, no logran cerrar una ventana minúscula, cuando arrecia un temporal de consecuencias imprevisibles.

Cómo es notorio no existen los nuevos nombres, que hagan de profetas en un movimiento que ya está extenuado y dio sus primeros pasos hacia la extinción. Tampoco los mensajes que parten de la sobrevida de Martín Guzmán, no hacen un aporte al deseo de poner más plata en el bolsillo de la gente. En su nuevo presupuesto prevé eliminación de subsidios más aumentos de las tarifas de los servicios públicos.

No hay indicios de que esta rebelión cese ni que exista una tregua que evite dejar desnudo como nunca al peronismo en toda su historia. El golpe infligido desde las urnas tiene un efecto devastador. Y el reloj le juega en contra el 14N es mañana y el 2023 ya está en la cuenta regresiva, de una sociedad que optó por la transformación de calidad, decidida a atravesar el desierto sólo fértil para el campo del populismo.

La recomendación sería ni tregua ni cuartel. Así lo indican, pobreza, desocupación,  bajos índices de la educación,  precariedad del sistema sanitario, inseguridad, intromisión en el Poder Judicial, inflación y nula inserción en el mundo de los países desarrollados, que llegó al colmo de rechazar vacunas por cuestiones ideológicas, cuando los contagios estaban en el pico del Covid19.

La masa crítica de electores hasta podría despegarse aún más del nucleó duro K que retiene el piso de los votos de la ex presidenta. Este un dato que resultará clave el 15 de noviembre próximo, cuando entren en análisis el “nuevo gabinete” y las medidas para devolverle el dinero al bolsillo de la gente, que siente en realidad que se lo han extraído.

Ese día, se exhumarán los costos políticos y habrá que hacerse cargo de los deudos. Una tarea nada sencilla para quienes han caído en incumplimientos seriales. Atravesar una pandemia con vacunatorios vip y Olivos Gate, también relevarán a las excusas de una cuestión sanitaria insalvable. Echaron todo a perder.

Jorge Elías Gómez

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