Hubo lisonjas, también devoluciones amistosas, guiños políticos y encuentro personales entre el presidente de la Nación Alberto Fernández y el intendente marplatense Guillermo Montenegro. Hay registros de los mismos por cadena nacional, es decir documentados para todo el país. E imágenes de uno de sus encuentros en la Quinta Presidencial de Chapadmalal.
AF tocaba el 80 % de aprobación de gestión, era intocable hasta con la caña más larga. Fue el mejor momento político del presidente de la Nación y Montenegro no le escapó al acercamiento, de quien lo trataba de compañero de estudios, discípulo y provenían del mismo prestigioso estudio de CABA del ex procurador de la Nación Esteban Righi, en el barrio de Retiro.
Pidieron una definición rápida de Alberto: “abogado, oportunista y político”, fueron las definiciones que sobresalieron de manera instantánea. Con Montenegro conocen al dedillo la matrícula porteña, fue gran parte de la vida de ambos, en tránsito por los sinuosos senderos en tribunales federales, por su actividad de doctores en leyes.
Al intendente de Mar del Plata, le recomendaron desde su mesa política no alejarse de la incipiente corriente del albertismo, que comenzaba a gestarse en los primeros meses de su mandato. No tuvo que hacer un esfuerzo supremo para dar el target.
Al contrario le sentaba esa condición para usufructuarla, incluso hasta el mismo la ventilaba. Amigo del presidente de la Nación, desde el cargo de intendente de la ciudad balnearia más importante del país, muchas cosas cerraban.
Al mismo tiempo a Montenegro le aseguraban que desde La Plata no debía esperar nada. Al intendente de General Pueyrredon lo dispensa el jefe de Gabinete, Carlos Bianco. Axel Kicillof lo delegó en esa función.
Más elementos que cierran en esta asociación en ciernes, alentada sobremanera por Florencio Aldrey Iglesias desde el multimedios La Capital, sentado definitivamente en la mesa chica desde la época de María Eugenia Vidal.
Como para seguir sumando antecedentes, hay un trato afable de conveniencia mutua entre el jefe comunal y el inoculado vip junto a sus tres sobrinas. El repudio y el rechazo ético y moral crecen, a medida que avanza el proceso de investigación judicial que junto al Olivos Gate, pueden llevar a AF a un juicio político.
Montenegro ya comenzó el operativo de despegue (nunca ignoró quién es Alberto Fernández) pero la liga evidentemente no lo acompaña. El hecho lo encuentra en plena campaña política y tira en medios afines “lo primero que me genera es bronca”. No debería causarle ninguna sorpresa. Las casualidades y coincidencias no existen en la política, no se pueden justificar como tales.
Alberto ya no mide el 80 % de aprobación y causó la ofuscación del intendente “los privilegios nos alejan de la gente”, dijo, sin que se conozcan citas de marra sobre el empresario que figuró entre los primeros 70 vacunados vip. La protección mediática no es gratuita e integra la lista de episodios.
Y dice Montenegro “Yo a mi viejo lo vi recién en noviembre ya enfermo y se murió en febrero”, sin que se haya conocido referencia alguna a quienes por zurda “saltaron la fila”. Se nota mucho, sin escrúpulos y pone en vigencia la definición: “abogado, político y oportunista”.
Es una continuidad que asombra, por la cantidad de episodios en red de quien fue impulsado por la ex gobernadora que abandonó la Provincia de Buenos Aires “luego de haber combatido a las mafias”. ¿Cómo? Alberto no es el único mentiroso, en este juego de las coincidencias y de lecturas obvias.
¿Alberto Fernández le miente a Montenegro? O hay fuentes que dejan de ser confiables
Según el diario La Capital, mediaron dos conversaciones entre el intendente Guillermo Montenegro y el presidente de la Nación, de las cuales había surgido la solución para una demanda que ansiosamente esperaban propietarios y empleados de comercio, cuya subsistencia depende de la habilitación de actividades a las restricciones, que no han dejado de regir y constan en el Boletín Oficial de la Nación.
Bajo el título: “Los comerciantes podrían abrir sus puertas a partir del martes”, El diario La Capital, de fluido contacto con fuentes oficiales, dice:
El gobierno provincial elevó el protocolo y el nacional ya dio el visto bueno. Guillermo Montenegro habló con Alberto Fernández. Se espera que el lunes llegue la confirmación.
Los comerciantes marplatenses se preparan para recibir mañana la noticia que más esperan: podrán abrir sus puertas a partir del martes.
Luego de que las protestas y los pedidos crecieran en los últimos días, la llegada de la habilitación por parte del gobierno nacional es cuestión de horas. En realidad, se trata más de una demora administrativa: el municipio ya tiene el visto bueno de presidencia.
Para destrabar una situación que se tornaba cada vez más difícil por la creciente presión de empresarios y comerciantes, fueron fundamentales dos conversaciones telefónicas entre Guillermo Montenegro y Alberto Fernández. Al igual que en otras ocasiones durante la pandemia, el intendente habló sin intermediarios con el presidente.
La diferenciación del desarrollo de la epidemia entre Mar del Plata y otras grandes ciudades fue la columna vertebral de la habilitación.
“No somos AMBA”, fue el concepto que prevaleció a la hora de insistir en el pedido. Es que mientras los casos de Covid-19 crecen a ritmo sostenido en Capital Federal y Gran Buenos Aires, la foto de Mar del Plata muestra otra realidad.
Operativamente, la habilitación se motorizó hoy. El jefe de gabinete de Provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, le confirmó a Montenegro que mañana se elevarán los protocolos de comercios minoristas de bienes no esenciales, al gobierno nacional por lo que se espera que se concrete la habilitación para el lunes.
El visto bueno del gobierno provincial y el aval que el propio Alberto Fernández le brindó al intendente, permitirán que a partir del martes los comerciantes puedan volver a la actividad.
En los últimos días, las protestas de los comerciantes fueron en aumento. Hubo “cacerolazos”, “percherazos”, movilización a la municipalidad y diferentes medidas para reclamar. Todas con un argumento válido: el derrumbe económico por tener las persianas bajas durante dos meses.
Para mañana se habían realizado dos convocatorias para insistir con el reclamo. Una a la mañana en la Catedral y otra a la tarde con una caravana de autos.
“No estoy pidiendo abrir boliches, espectáculos masivos, cines o teatros, estamos pidiendo abrir comercios porque somos responsables para poder hacerlo”, aseguró el intendente Guillermo Montenegro en declaraciones a una radio capitalina, insistiendo en su postura aperturista.
“Hoy -dijo- la prioridad no es la recreación, ni los eventos masivos, es la reactivación económica del pequeño y mediano comerciante, que la verdad es que hace sesenta días que no puede mantenerse, en el caso que trabaje solo, o si tiene que sostener algunos empleados, alquiler y demás”.
El anuncio del gobierno sobre la extensión de la cuarentena, el sábado a la noche, había generado expectativas en Mar del Plata. Entre las nuevas condiciones del decreto, se especulaba con la posibilidad de que se flexibilicen más actividades. Pero eso no ocurrió. “En el interior bonaerense seguirán las condiciones del aislamiento como hasta ahora”, señaló el gobernador Axel Kicillof, acompañado por el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Pero la situación se modificó en las últimas horas y sólo falta una formalidad para que los comerciantes marplatenses puedan volver a abrir sus puertas.
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