MEV imaginó un escenario a la medida de quien sería intendente de Mar del Plata. La necesidad de la ex gobernadora de terminar con las desventuras del PRO en la, lamentablemente, ex Perla del Atlántico. El turno de Guillermo Montenegro, llegó con un desfasaje de importancia que arrojaron las urnas caprichosas.
Vidal, quien le ganó a Aníbal Fernandez, un adversario que ayudó a parte de la hazaña, pero luego perdió por casi 20 puntos con Kicillof, la curó de espanto y agotó su instancia bonaerense. Llegan gobernadores a la Casa Rosada que se transforman en presidentes, de La Rioja, de Santa Cruz y jefes de Gobierno de CABA, como De La Rúa y Mauricio Macri, pero los mandatarios bonaerenses se tienen que tachar la doble, si piensan en Balcarce 50.
Después de la compulsa de 2019 cuando fue por la reelección en el sillón de Dardo Rocha, María Eugenia cavila desde una nueva vida personal, quizás haya trocado su escalada política y observarla desde otro prisma, más placentero, cómodo y sin lidiar en el casi ingobernable Primer Estado Argentino.
Allí donde electoralmente hay que rendir, en La Matanza, un bolsón que no es la especialidad de un vidalismo que se maquilla con colores afines al PJ. El peronismo necesita Mar del Plata para anexarla a los pagos de Fernando Espinosa y la vice gobernadora Verónica Magario.
Agregarían un territorio con un horizonte marítimo, con las playas más famosas de la Argentina, y hacerle el aguante el movimiento nacional y popular. La Matanza + Mar del Plata es un gran negocio para el kirchnerismo de acuerdo a cómo vienen evolucionando sus acciones.
En General Pueyrredon, había que sortear a Lalo Ramos, la fallida incógnita Aicega con saldo desfavorable, un Bagnato que no sentía el papel que otros imaginaban para él y un utilitario con desbordantes aspiraciones políticas que ya “transpiró” varias camisetas, como Emiliano Giri y ahora está en la espera de la rueda de la aventura, con pronóstico reservado.
Quien sí llegó fue Guillermo Tristán Montenegro, su oficio político lo mantuvo en carrera a pesar de su magra participación en San Isidro en 2015. No hizo cumbre en el apogeo del PRO en esa coqueta ciudad, fue una desventura proselitista que tenía la impronta del surgimiento del ingeniero Mauricio Macri, quien a partir de entonces lo apartó de sus favoritos.
Se convirtió en un lastre, pero era todo un desafío mojarle la oreja al único apellido que gobernó a San Isidro desde el retorno de la democracia hace 28 años. Los Posse, padre e hijo, Melchor y Gustavo, respectivamente, se han repartido el poder desde el “Alfonsinazo” del `83.
Rescatado desde el poder, que no es lo mismo que tener credenciales (votos) propias, Montenegro alcanzó una victoria pírrica, un virtual empate con el Frente de Todos, que encima gobierna la Nación y la Provincia. Además, el intendente se ensalzó con AF, quien ya casi no tiene la llave de Olivos, completando casi un segundo año pandémico en todo sentido. Es decir hay que ligar mal, pero en política también cada uno es artífice de su propio destino.
Ahora, y mientras se pueda, hay que remarla, sin perder de vista el resultado de las próximas elecciones y la distribución de concejales, la clave legislativa comunal. Si ganando ya tuvo que echar a Carrancio y manotear a Morro, el panorama es muy comprometido.
La siembra de su gabinete y del sub bloque de Vamos Juntos que lo representa, no es una oda precisamente. Hay que observar con suma atención quiénes se van y quiénes llegan el 10 de diciembre.
O se despeja el horizonte o se sobrecarga de negros nubarrones para atravesar 2022 y 2023, ya como primer concejal hay un hombre del Partido FE que ya abandonó Juntos Por el Cambio y selló acuerdos con la Casa Rosada y la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación, aportando quorum y votos, todo lo que sea necesario. ¿Los tienen a Los Ramones? Hay una banda acá en Mar del Plata.
Si ya en condiciones normales, de comportamiento urbano, Axel es de áspero tratamiento, que sentirá cuando se siente burlado, engañado o utilizado políticamente. Hay quienes se resisten a creer que atienda llamados desde Luro e Yrigoyen, y menos durante los fines de semana. Por más que se propale en la construcción de diálogos que en este caso de las clases presenciales, se ha transformado sin eufemismos, en un pedido de explicaciones.
La burocrática e insoportable verba política arruina aún más la escena y aparecen zócalos de programa televisivos tales como “Algunos representantes de los ejecutivos locales actúan diferente en año electoral”, ¿teléfono para Montenegro?
Es decir la competencia electoral está en ebullición, a todo vapor. El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, (quien sigue el derrotero de Alberto) afirmó:
“Yo tengo la información de los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires. El Impacto de la segunda ola implica esta intermitencia, volver cuando la realidad epidemiológica de base lo permite. Y cuando no lo permite sostener el derecho a la educación en el marco de la no presencialidad”.
“Veníamos analizando los datos todos los días, con el gobernador Kicillof, con el ministro Gollán y la ministra Vila, esperábamos el vienes la información, para ver la tasa de incidencia para ver si podíamos regresar esa semana”.
“No teníamos la certeza si íbamos a poder hacerlo en esta semana que estamos comenzando o esperar una semana más, por ello no queríamos generar la expectativa social y creíamos que había que mantener la decisión en reserva hasta último momento”.
“Hablé el miércoles, jueves y viernes con el gobernador, porque no queríamos generar esa noticia hasta no tener la certeza que la tasa de incidencia disminuía más allá de los 500 casos”, precisó el ministro Trotta.
Esto es política y habría que preguntarse cómo actúan en La Plata cuando consideran a Rodríguez Larreta un violador de los DNU presidenciales, junto con Guillermo Montenegro en plan y onda campaña, acompañados además por Florencio Aldrey Iglesias.
Este empresario es investigado por la justicia por la aplicación de 4 dosis en el vacunatorio vip, junto a sus tres sobrinas, cuando se tomó conocimiento de la existencia de esa metodología.
La misma consistió en acceder a las vacunas irregularmente, lo cual provocó una dura condena social y reprobación que implica un delito alentado desde el propio gobierno nacional.
El decreto nacional es claro con la incidencia de casos en los últimos 14 días cada 100 mil habitantes.
Si alguien dio una vuelta el fin de semana, podrá concluir que todo es un “descontrol”, que pocas personas o comercios respetan las restricciones, y si la gente se comporta así, las clases van a volver el día del arquero.
El Sanisidrense viene haciendo la plancha desde que asumió. No controla nada.
Solo dependen de cada uno de nosotros las medidas de cuidado y que puedan seguir bajando los casos para volver a cierta normalidad, incluyendo las clases presenciales.
Total, si nadie respeta y el intendente no controla, la oposición sabe que la culpa se la van a enrostrar al gobernador o del presidente.