La ex concejal, Viviana Roca, emitió un comunicado refiriéndose a la cuestión del transporte: “El Estado municipal debe adoptar medidas más efectivas de control y medición”. Hoy, como referente de la agrupación Construcción Colectiva por la Justicia Social, transita el mismo camino: “Es necesario e imperioso que se cumpla con la Ordenanza 9.664, que data de l994 y que claramente expresa en sus artículos 15 y 16, que el sofware debe asegurar la imposibilidad de manipulación de datos desde el sistema que se instale a bordo de las unidades y la computadora central”, recordó a los desmemoriados. Y señaló: “Tanto las monederas, que siempre pretendieron instalar los transportistas, como el sistema actual, no poseen esa cualidad”.
Quien tiene el poder de controlar, el gobierno municipal, nunca lo ejerció. “Cada una de las subas del boleto, por supuesto, se realizaron de inmediato. Pero los compromisos con la gente no se cumplen como se debe”, mencionó Roca.
“Un nuevo plazo, por responsabilidades empresariales, está a punto de caducar. Tras dar un nuevo aumento de boleto, a medidos de marzo, el intendente Pulti firmó un convenio con los transportistas que establecía que las tarjetas por aproximación deberían ser instaladas en un plazo de 180 días. Sólo restan unos 10 días para que el plazo se venza”.
“¿Pero será un sistema eficiente que garantice su control? La respuesta es negativa. Las tarjetas por aproximación funcionarán en el mismo aparato de las monederas ya compradas y no aprobadas. La parte de tarjetas, según había dicho el técnico de la firma Chypp el día que las presentaron sobre un micro en la puerta de la Municipalidad, es un módulo que se agregó a la monedera y que actúa como “simulador de moneda”. Esto significa que cuando uno pasa la tarjeta, el módulo le hace creer a la monedera que pasaron $1,80 en moneda, o $0,45 si es estudiante”.
“Hasta allí todo parece correcto. Sin embargo, cuando Javier Salinas -presidente de la Sociedad de Fomento Villa Primera y estudioso del sistema de transporte- consultó al técnico por la posibilidad de que los datos se transfieran en tiempo real, por medio de algún sistema de comunicación tipo wifi, GPRS o 3G, dijo que era imposible porque el microprocesador ya no soporta más carga de trabajo que la que la monedera y la tarjeta le generan”.
“De esta manera, resulta imposible de auditar, ya que los datos (viajes vendidos, recaudación) deben ser impresos en un ticket y luego pasados a mano a una PC. En el mejor de los casos, lo más cercano a un procedimiento automático, se puede utilizar una terminal de captura de datos que luego debe conectarse a una PC. “De esta forma, siempre existe un punto en el sistema informático donde los empresarios puede modificar los datos a su antojo”, denunció en reiteradas oportunidades Salinas. “El gobierno de Pulti debería garantizar la transparencia que pregona”, disparó Roca.
(Fuente: Agrupación Construcción colectiva para la justicia social)