Los testimonios tomados esta mañana por el fiscal Juan Pablo Lódola ofrecieron dos versiones diferentes sobre los hechos ocurridos ayer a la tarde el barrio Las Américas, donde un hombre de 67 años mató de un disparo en el pecho a un joven de 28 e hirió a otro.
Lódola le tomó declaración al detenido, quien reconoció tener una condena vigente por infracción a la ley de drogas: fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión, de los cuales pasó solo cuatro meses en la cárcel. Ahora se encontraba con libertad condicional.
Según el testimonio el imputado, los hermanos Caffarati (Juan Carlos fue quien recibió el disparo mortal) lo tenían amenazado a él y a su familia, y le exigían dinero y alcohol constantemente. Fue entonces en una pelea con su hijastro, que tomó un arma y disparó “al bulto”.
Cuando llegó la policía, él mismo se entregó y también su arma, una pistola calibre 22 sobre la que no tenía permiso de portación.
A partir del testimonio del imputado, es que la defensa busca imponer la carátula de legítima defensa en la causa. O exceso de legítima defensa, ya que el hombre no pudo precisar si los hermanos iban armados.
Lódola también le tomó testimonio al hermano menor de la víctima fatal, que fue herido con un disparo en el brazo, y a la hermana, que según su relato presenció el hecho. De estas declaraciones surge la versión de que el hombre es un reconocido vendedor de drogas del barrio y que la discusión se desató en medio de una transacción.
Según explicó el hermano menor, había ido a comprar drogas a la casa del imputado y se generó una discusión con el hijastro. A la pelea se sumó el hermano mayor, y posteriormente el hombre de 67 años, que salió de la casa y comenzó a dispararles.
Mientras el hombre permanece detenido en la Unidad Penal 44 de Batán, la Justicia investiga si se trató de un ajuste relacionado con venta de drogas o si fue un episodio de defensa, sumado a una amenaza constante por parte de los hermanos Caffarati.