García Borboroglu, de 40 años, nació en Mar del Plata, y vive desde hace 20 en la ciudad chubutense de Puerto Madryn, donde definió su vocación por la conservación de las aves marinas, y en el año 91 no dudó en organizar el salvataje de pingüinos empetrolados, debido a un derrame que dejó 20 mil animales muertos.
El investigador explicó que su iniciativa presentada en Londres, denominada Sociedad Global de Pingüinos, fue seleccionada entre 100 propuestas y si gana podrá hacerse acreedor de un premio de 30 mil o 60 mil libras esterlinas, para llevar adelante su proyecto.
Esa organización fue creada por el científico el año pasado con la finalidad de “unir grupos de personas que realizan investigaciones y esfuerzos en conservación de pingüinos a nivel mundial” precisó.
“Reportar la muerte de pingüinos empetrolados no alcanza, se necesita tomar acciones y que haya cohesión entre la sociedad para que se pueda comprometer con esta actividad”, sostuvo el especialista, que el año pasado fue galardonado con el Pew Fellowship en Conservación Marina, uno de los más importantes del mundo en la especialidad.
“Hay un 60% de pingüinos amenazados o vulnerables distribuidos en el hemisferio sur”, sostuvo y consideró que “como la vida biológica se inició en el mar, todos necesitamos del Océano”.
En este sentido, señaló que los pingüinos “pueden ser indicadores de la salud del Océano” ya que “recorren áreas geográficas muy extensas durante sus viajes y son especialmente sensibles a los cambios de su hábitat, provocados por el cambio climático, la contaminación marina y la sobrepesca”.
El proyecto del argentino, que es investigador del CONICET y del Centro Nacional Patagónico, competirá con otros de Nueva Guinea, Camerún, Uruguay, Rusia, Uganda y dos colombianos que según Borboroglu son todos “muy interesantes”.
La entrega del premio para el trabajo seleccionado en Londres será el 12 de mayo próximo en la Sociedad Geográfica Real de Londres, y será entregado por la princesa Ana.
“Los pingüinos -consideró el investigador argentino- son la herramienta perfecta para incrementar la conciencia de lo que está pasando en los ambientes marinos y generan interés público, que puede catalizar apoyo para generar e implementar soluciones”.
(Quilmespresente.com)