Hay incrementos de precios que se están registrando en los rubros alimentos y bebidas, precisamente donde están centrados los gastos de las familias más desprotegidas. La inflación golpea fundamentalmente a los sectores más empobrecidos de la población.
Hay incrementos de precios que se están registrando en los rubros alimentos y bebidas, precisamente donde están centrados los gastos de las familias más desprotegidas. La inflación golpea fundamentalmente a los sectores más empobrecidos de la población.Tiene la inflación un sinnúmero de causas, de razones y de responsables.
Muchos analistas exhiben una fe desproporcionada en la explicación unicausal del fenómeno inflacionario sosteniendo que la emisión monetaria es la gran culpable.
Aparece ahora un grupo de economistas, actores sociales, políticos y empresarios a quienes en este último tiempo les brotó la sensibilidad social y manifiestan preocupación por la pobreza, cuando en las tres últimas décadas fueron los más entusiastas propagandistas de las políticas que convirtieron a la Argentina en una fábrica de pobres.
Todas estas voces piden a coro volver a su clásica receta de reducir el gasto, enfriar la economía y hacer ajuste.
Estas voces ven, por ejemplo, la asignación universal por hijo como una inyección al gasto y para nosotros es una inyección de dignidad.
Cumpliendo con las recomendaciones de los economistas más prestigiosos del planeta, el mundo sufrió, hace pocos meses, la mayor crisis de los últimos ochenta años.
Menor crecimiento implica detener la recuperación del empleo y de los ingresos de los sectores postergados, en una sociedad que todavía registra elevados niveles de pobreza, indigencia y des y subocupación.
Nuestra Argentina transita una etapa de crecimiento muy importante y por varias causas seguirán registrándose índices de precios fastidiosos por un período prolongado. Con esa tensión inflación-crecimiento-empleo habrá que aprender a convivir.
Esta convivencia necesaria tiene responsabilidades y requiere de compromisos distintos para todos los sectores.
El gobierno, debe mantener las políticas de empleo e inclusión, asegurando un crecimiento sólido y sostenido asegurando una más justa distribución de la riqueza.
Los empresarios deben tener la generosidad e inteligencia de saber aprovechar más solidariamente con sus trabajadores y con la sociedad toda este período económico, donde han obtenido crecimiento y ganancias abultadas.
Los medios de difusión han de ser cuidadosos para no alentar expectativas inflacionarias desmedidas e improbables.
Los consumidores deben estar atentos y ser responsables, fundamentalmente los de mejor poder adquisitivo. No se deben pagar nunca sobreprecios por ningún artículo, mercadería o producto. No se puede premiar a los especuladores, porque un premio para ellos es un castigo para nuestros hermanos más pobres.
Lic. Adela Segarra
Diputada Nacional
Presidenta Comisión Defensa Consumidor