En el marco de las festividades por el Día del Niño por Nacer, el obispo local Juan Alberto Puiggari se manifestó en contra del aborto al que calificó como “una calamidad” y destacó que “este desprecio es creerse dueño de la vida, es el pecado de la soberbia llevado a grados enormes”.
La celebración se realizó en la Parroquia Asunción de la Santísima Virgen (Santa Fe 2982). Allí, Puiggari destacó que le gustaría “decir con fuerza a toda mujer, decile sí a la vida, porque no te imaginas cuál es el proyecto de Dios, detrás de ese sí tuyo”. Y se preguntó qué hubiera pasado los padres de Karol Wojtyla o la Madre Teresa de Calcuta le hubieran dicho “no a la vida”.
“La vida en si, es una participación maravillosa de Dios. Por eso si hay una calamidad en el mundo de tantas, es este desprecio de la vida, porque en definitiva este desprecio es creerse dueño de la vida, es el pecado de la soberbia llevado a grados enormes”, dijo el obispo local. Luego pidió que no se le tenga miedo al Evangelio y aseguró que “la oración tiene más poder que todas las campañas a favor de la muerte”.
Sumando más argumentos contra el aborto, Puiggari sostuvo que “el hombre quiere reemplazar a Dios, y lo quiere, haciendo la vida, y realizan monstruosidades en nombre del progreso y la ciencia en laboratorios, jugando con la vida; y también quiere ser dueño de la vida, decidiendo quién vive y quién no. Nosotros hoy queremos pedirle a Dios que nos libre del flagelo del aborto legislado”. Así se mostró en contra de los proyectos existentes que, según su punto de vista, “destruyen la vida y la familia”.
La misa celebrada por Puiggari fue además concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos el presbítero Gabriel Mestre, párroco de dicha comunidad, y capellán del Hospital Materno Infantil. La organizadora fue la Pastoral de la mujer, que fue precedida por un rosario meditado, en torno al valor de la vida y la familia. Para la ocasión se había solicitado se donaran camisones, toallones y ropa interior para las mamás internadas en el Materno.
El Día del Niño por Nacer fue instituido por decreto nacional número 1406/98, que estableció esa fecha cada el 25 de marzo. La fecha fue escogida por ser el día que los católicos celebran la fiesta de la Anunciación, cuando Jesucristo fue concebido en el seno de María. El papa Juan Pablo II hizo votos para que esta celebración “favorezca una opción positiva en favor de la vida y la promoción de la dignidad humana”.