El paro bancario tuvo poco impacto en la gente y el gremio amenaza con más medidas. La medida afectó sobre todo a Mar del Plata. Palazzo evaluará cómo sigue la confrontación tras la marcha del miércoles.
En la segunda jornada de paro nacional por 48 horas, en rechazo de la oferta del 9% de aumento salarial propuesta por las cámaras empresarias y en el marco de las paritarias, la conducción de la Asociación Bancaria (AB) realizó una movilización por el centro de la capital bonaerense. Su secretario general, Sergio Palazzo, instaló la posibilidad de continuidad de nuevas medidas de fuerza, en caso de fracasar la petición gremial de llevar el incremento, por lo menos, al 19,5%, con cláusula de ajuste por inflación.
La protesta tiene un acatamiento del 95 % en todo el país, según informó el sindicato. Este martes, antes del mediodía, miles de trabajadores marcharon por calle 51 de La Plata para reclamar por una suba en el sueldo superior a lo ofertado hasta ahora. Las negociaciones están en punto muerto. Por eso, una de las consignas fue por la apertura de la discusión con las entidades bancarias.
En el segundo día, en la provincia de Buenos Aires la actividad fue prácticamente nula. Mar de Plata es uno de los distritos donde “pegó fuerte” el paro, según La Bancaria. También se registra alto acatamiento en las seccionales Córdoba, Santa Fe, Rosario, Tucumán y Mendoza.
Palazzo adelantó que la organización gremial evaluará la continuidad del plan de lucha, después de la participación del miércoles en la marcha convocada por Camioneros. La Bancaria es una de las pocas entidades sindicales que acompaña a Hugo Moyano en ese acto, con sectores del kirchnerismo, de partidos de izquierda y agrupaciones sociales como Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa (CCC).
“La declaración y extensión de la medida de fuerza fue la respuesta a la decisión oficial de suspender las reuniones de la Comisión Paritaria el 30 de enero último. Además, a la aplicación de medidas extorsivas por parte de funcionarios laborales”, explicó Palazzo en la ciudad capital de la Provincia.
En el transcurso de la movilización denunciaron que la oferta empresaria provoca “la pérdida de 36 mil pesos al año para un salario inicial y de 63 mil para un haber promedio”. En simultáneo, rechazaron “la decisión patronal de no abonar el bono de fin de año que los trabajadores perciben desde hace una década y una parte de la suma por el Día del Bancario”.
De acuerdo con los dichos de Palazzo, la huelga es la reacción ante la “decisión oficial de suspender la comisión paritaria” y “una expresión de denuncia a “la aplicación de medidas extorsivas por parte de funcionarios laborales”.
El conflicto está estancado y la estrategia de la banca pública y privada es planchar la controversia por vía del desgaste. Es un objetivo concurrente con la aspiración del gobierno. Como se sabe, la oferta inicial fue del 9% y se mantuvo aún cuando la previsión inflacionaria posterior pasó de entre el 8% y el 12% al 15% actual.
Según comentó el propio Palazzo, la semana pasada se llevaron a cabo reuniones con banqueros. En ese momento -siempre de acuerdo con la versión del sindicato- ofrecieron a la patronal que paguen el bono de principio de año y el 9% de aumento que quedara como adelanto. Los representantes de las cámaras habrían respondido que el ministro Jorge Triaca comunicó que había que “cerrar la paritaria”. “Que den un adelanto y en dos o tres meses seguimos discutiendo con total tranquilidad”, insiste Palazzo.
El margen es estrecho. Alguna declaración fuera de tono del secretario general contribuyó al mal clima. “Nosotros podemos aguantar dos o tres meses sin acuerdo salarial, pero ¿ellos aguantan un mes o dos meses si bancos? Se les incendia el país porque somos una actividad que lastima cuando para”, fue la advertencia que puso en guardia al gobierno. Mauricio Macri no quiere aparecer claudicante. Como tampoco María Eugenia Vidal concede ese beneficio a Roberto Baradel (Suteba) en la pelea con los docentes. Ambos dirigentes abrevan en el kirchnerismo y estarán con Moyano en la marcha. Todo tiene que ver con todo.
Mientras, los problemas continúan para los usuarios del sistema. Como ocurrió el fin de semana largo de Carnaval, volvió a faltar dinero en los cajeros automáticos. Muchas personas no pudieron extraer efectivo, aún con la habilitación de distintas bocas de expendio para compensar el faltante en los bancos.
No obstante, en esta 48 horas no se reiteraron las largas colas observadas el jueves previo al inicio de la primera medida de fuerza dispuesta por el gremio, el viernes de comienzo del feriado de Carnaval.
Rodolfo Lara
Clarín