Política

Preocupación por el faltante de medicamentos para pacientes con VIH

 

Ante la creciente preocupación por el faltante de medicamentos para pacientes con VIH, tras la decisión del Ministerio de Salud de la Nación de suspender por el momento la entrega de antivirales en todos los hospitales públicos del país, el Concejal Mario Rodríguez presentó un Proyecto de Comunicación por medio del cual solicita al Departamento Ejecutivo informe en relación al Programa Municipal de Sida, lo siguiente: a) Cuál es la situación en el Municipio vinculada a la medicación para los enfermos de HIV; b) Con qué stock de la medicación antivirales y jarabe AZT cuentan los Programas Provincial y Municipal de Sida; c) Cuáles serán las estrategias de dichos programas, para paliar la situación ante el actual desabastecimiento.

 

En Argentina se estima que hay 120.000 personas viviendo con VIH/Sida, y 70.000 no tienen cobertura privada de salud, sino que dependen directamente del Estado.

 

En el Municipio de General Pueyrredon, la Presidente de la Red de Personas con VIH/Sida Mar del Plata, Estela Carrizo, ha presentado una nota en la que solicita información respecto al Programa Municipal de sida, Programa Provincial, y se aclare la preocupante situación anunciada por el Ministerio de Salud de la Nación por desabastecimientos de antivirales para el mes de febrero, lo cual amenaza la vida de las personas con el VIH/sida de nuestra provincia, dado que estos medicamentos están incluidos en la mayoría de los tratamientos ofrecidos a las personas con VIH junto al jarabe de AZT, necesario para el protocolo para niños y niñas expuestos a contraer el virus debido a que sus madres viven con VIH.

 

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se transmite a través de la sangre y los fluidos corporales, debilitando gradualmente el sistema inmunológico –entre 3 y 10 años– hasta producir el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida. A medida que el sistema inmunológico se degrada, pueden aparecer infecciones oportunistas como candidiasis, neumonía y varios tipos de tumores. Algunas infecciones pueden tratarse, mientras que otras son letales. La más común y mortífera es la tuberculosis.

 

En el caso de los niños, la situación es especialmente preocupante. Se estima que 9 de cada 10 niños con VIH/sida no pueden acceder a los medicamentos antirretrovirales que pueden salvarles la vida. La mitad de ellos morirá antes de cumplir 2 años si no recibe tratamiento.

 

El diagnóstico de la infección del VIH se basa en la detección de anticuerpos del virus en el suero sanguíneo. En el caso de los bebés, que pueden tener anticuerpos de la madre, hay que hacer otro tipo de pruebas más complejas.

 

Para hacer el seguimiento de los pacientes infectados, hay que controlar regularmente el nivel inmunitario del paciente, comprobando el número de células infectadas (linfocitos CD4). Este control permite determinar en qué fase de la enfermedad se encuentra el paciente y decidir si debe empezar o no el tratamiento antirretroviral (ARV).

 

Actualmente no existe cura para el sida, pero las combinaciones de medicamentos antirretrovirales (ARV) ayudan a combatir el virus y permiten a las personas afectadas vivir más años y más sanas, al frenar la rápida degradación inmunológica. La toma de estos medicamentos se simplifica cuando vienen combinados en una sola pastilla (dosis fijas combinadas).

 

Los programas integrales de VIH/sida deben incluir actividades educativas y de sensibilización para que la gente sepa cómo prevenir la propagación del virus, distribución de condones, pruebas del VIH con asesoramiento antes y después de las mismas, tratamiento y prevención de infecciones oportunistas, prevención de la transmisión del virus de madres a hijos, y provisión de ARV a pacientes en estadios clínicos avanzados de la enfermedad.

 

Rodríguez aclara en su iniciativa legislativa, con enorme preocupación, que “diferentes estudios en pacientes algo avanzados en la infección han demostrado que la interrupción del tratamiento va asociada a una mayor mortalidad, por lo que está contraindicada. Interrumpir estructuradamente la terapia antirretroviral acelera la progresión de la infección por VIH en un subgrupo de pacientes, aquellos en los que el tratamiento es menos efectivo debido al desarrollo de resistencias del virus a múltiples fármacos”.

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