Una noche redonda tuvo Alvarado en el José María Minella, se floreó ante su gente, se sacó de encima con autoridad al único equipo que lo había derrotado en lo que va de la temporada y, con el empate entre Cipolletti y Ferro de Pico, cerró la jornada nuevamente como único puntero de la Zona 1 del Torneo Federal A. El conjunto de Mauricio Giganti tuvo una actuación convincente, goleó 4 a 0 a Independiente de Neuquén y ratificó la fortaleza que ha hecho en el José María Minella, donde ganó cuatro partidos y sólo igualó frente a Villa Mitre, a quien enfrentará el miércoles a las 20.30 en Bahía Blanca.
Solidez y contundencia. Alvarado luce como equipo. Puede brillar más o menos, pero cuando el equipo de Giganti sale a la cancha, uno sabe a lo que juega. Y con esos argumentos, el “torito” lo fue desgastando a un flojo Independiente de Neuquén hasta terminar con una clara victoria por 4 a 0. Un remate de Lautaro Villegas, de buena posición, que se perdió ancha al lado del palo derecho de Rago, fue el único llamado de atención de la visita en la primera mitad. El resto, favoreció al dueño de casa, que manejó la pelota, el ritmo del juego y cuando pisó el acelerador llegó hasta el arco de Emanuel Pontet.
La llave estuvo en el costado derecho, con un Emanuel Urquiza en altísimo nivel, yendo y volviendo permanentemente, ganando por su sector y siendo un dolor de cabeza para el fondo “rojo”. Cuando se juntó con Gonzalo Lucero, el lateral hizo lucir a Pontet primero, en el rebote no pudo Castro, y chocó con la rápida salida del arquero en la siguiente. A los 31′, lo rompió no metiéndose en diagonal, sino jugando por la banda y metiendo un centro preciso para que Ezequiel Riera se elevara y mostrara una de sus armas, con un cabezazo bárbaro, contra el palo izquierdo, imposible para el “1” visitante. Apertura del marcador, baldazo de agua fría para los sureños que habían llegado al Minella a buscar un punto y, cuando se quisieron acordar, recibieron el golpe de nock out. Otra vez el sector diestro del ataque fue el lugar elegido, allí apareció Martín Palisi para esperar la descarga y el centro-pase perfecto encontró un salto solitario de Joaquín Susvielles que tuvo tiempo, eligió bien, a contrapierna del arquero que estaba volviendo y selló el 2 a 0.
Si hubiera tenido más precisión en el último cabezazo, cuando le ganó a la mala salidad de Pontet, Susvielles podría haber estirado la ventaja. Pero el travesaño le ahogó un nuevo grito. De todas formas, Alvarado se fue muy aplaudido de cara al vestuario y volvió con la tranquilidad de la diferencia y dispuesto a manejar el partido, sin desesperarse, guardando energías y viendo en qué momento podía acelerar para liquidarlo. De la visita, poco y nada, un rebote que Villegas capturó en la medialuna, de aire, y remató desviado, y nada más.
El ingreso de aire fresco de Vázquez y Villa pareció darle otra velocidad al ataque neuquino, pero la última línea estaba firme. César Cocchi reemplazó al amonestado Palisi, pero el medio siguió sin tener problemas y ganando en la recuperación. Lo que le faltaba al “torito”, era acertar en alguna de las salidas en ataque para poder ir en busca del tercero. El juego se encaminaba al 2 a 0, pero en un abrir y cerrar de ojos, Alvarado convirtió el triunfo en goleada. Ezequiel Riera, de buen partido, se metió al área por izquierda y Solís, infantílmente, lo derribó para que Ezequiel Ceballos se adueñara de la pelota y ejecutará con suficiencia, arriba, a la derecha de Pontet que adivinó pero nada pudo hacer. Y en el cierre, cuando todo era fiesta en las tribunas y se esperaba el pitazo final, Gonzalo Lucero tuvo el premio a sus últimas buenas actuaciones, terminó en posición de “9”, hizo valer la ley del ex y definió desde el punto penal para decorar el resultado y señalar el 4 a 0 final.
Alegría de Alvarado que se fue de la cancha con la victoria parcial de Ferro de Pico en Cipolletti, que cuando llegaron a sus casas, se fueron enterando que el albinegro lo había empatado y, entonces, el “torito” se volvió a subir a lo más alto de la tabla de la Zona 1, suma ocho partidos sin conocer la derrota y el miércoles irá a Bahía Blanca para traerse algo de la cancha de Villa Mitre, que lo acerque todavía un poquito más a la clasificación.
Foto: prensa Alvarado