Temporada alta: Mar del Plata no será feliz por decreto

El anuncio de facilidades de pago para hacer turismo en la ciudad, sólo atiende problemas de financiación. Hay otras cuestiones de fondo de la actividad que han sido desatendidas por el EMTUR. Las mismas se reconocen cuando la titular del EMTUR expresa que el objetivo es recuperar a la ciudad como la capital del turismo en el país.

Magnoler (la tercera funcionaria a cargo del ente en menos de 2 años) puso en foco algo que había pasado relativamente desapercibido: la pérdida de la condición de la capital turística de los argentinos. Mar del Plata no hizo bien los deberes y otros destinos de cabotaje (y desde el exterior) fueron limando las preferencias hacia la ciudad preferida por los argentinos.

El EMTUR no ha movido la aguja a la hora de la promoción, inexistente y de luces bajas, más allá de que el fondo afectado se perdiera en el agujero  negro de la administración municipal. Magnoler, presa de la rapaz corporación que vive de la venta de sombra, espectáculos teatrales y ofertas gastronómicas, pasará a formar parte de las decisiones y no a tomar parte de las mismas, no quedará exenta de la responsabilidad que le cabe.

Esta desaforada apuesta que la gobernación hace sobre el éxito de la temporada alta, es un nuevo jalón de la política, que como instrumento medirá la visita de turistas, sin entrar en detalles en relación al gasto “per capita”, los días de pernocte, los refuerzos en todos las vías transporte que llegan a la ciudad. Es decir un pase y siga como en un cuenta ganado. El mismo inflador psicológico que alimentaron el ex gobernador Scioli y sus amigos, que siguen encaramados en esta forma tramposa de leer la realidad.

Habrá instantáneas, como en los timbreos, “qué rico el choclo en la playa”, “que buenos estaban los cornalitos”, “a la mañana estaba feo pero a la tarde salió el sol”. Serán más multitudinarios los espectáculos callejeros a la gorra sobre Rivadavia y todas aquellas actividades que no generen desembolso alguno. Por eso además del cuenta ganado, es determinante la utilidad. Se supone que tanto ARBA como la AFIP no dejarán de pasar la oportunidad.

En Capital Federal, el gobierno de CABA, hizo prosperar con éxito el montaje de playas públicas en plazas y paseos porteños, fue novedoso además del amarillo que servía de propaganda. Se desconoce pero los operativos que se armarán para ubicar en playas públicas, serán un poco más de lo mismo.

En este paquete habrá que contabilizar el precio de las entradas de teatro a las obras con más títulos de una farándula y empresarios que se la vieron venir como Rotemberg y Faroni, que anticipadamente vendieron sus teatros. Hay que apostar a las temporadas que son buenas, no a las otras. El churro de 0,025 gramos a $ 8 y la carpa de la Fiesta Nacional de los Pescadores donde cenar sale más caro que hacerlo en Plaza Mayor.

La magia de María Eugenia Vidal en las urnas, se intentará transpolar al éxito de la temporada alta en Mar del Plata, a la cual Magnoler pretende recuperar como la capital turística de los argentinos, es decir puso la vara bien elevada, como para que la caída sea proporcional. En estos casos donde sabemos que estamos en un marasmo de cambios profundos, la excesiva oferta suele ser sumamente dañina, cuando los locales de temporada cierran antes de la fiesta de carnaval y cuando las obras levantan campamento.

Cómo se intentará contener este complejo desafío, a través del Banco de la Provincia y sus herramientas financieras para incentivar el consumo en una ciudad que no se puede dar el lujo (políticamente hablando) de tener una mala temporada. Será una forma de maquillar el subsidio que por lo menos brindará empleo para los más jóvenes.

¿Cuál es el universo de argentinos que pueden salir de vacaciones? Más o menos siempre el mismo con tendencia al achique, la clase media que todavía alcanza a darse ese gusto, con dos fines de semana por mes (enero, febrero y/o marzo). Bueno hay malas noticas ya que el periodismo especializado en turismo da cuenta que en Brasil esperan a 3.000.000 de argentinos y en Chile a 2.000.000, en ambos países se preparan para recibir aproximadamente un 20 % de turistas que provengan de la Argentina. Son 5.000.000 de turistas sólo entre Brasil y Chile.

La competitividad. Qué palabrita que induce a las reformas que están llevando en el gobierno. Las salidas de los argentinos hacia esos países limítrofes tienen que ver con los precios. El propio país está caro para los argentinos. Una familia tipo una semana con todos los chiches es una inversión que se puede postergar, y mucho más aún el mar viene revuelto. Las urnas ratificaron un rumbo de un gobierno que la está remando con la gente que sostuvo a CAMBIEMOS. Mar del Plata no se ha preparado para competir, no hay política de turismo a partir del propio sincericidio de Magnoler, muy posiblemente sea la temporada del inicio, aunque las mejores condiciones no estén dadas.

Los números del crecimiento pueden inmiscuirse en la macro economía, es difícil entender que se vuelque al turismo de cabotaje. La política de promoción a través del Banco de la Provincia es una herramienta valedera, pero detrás hay aroma a aprovechamiento político, y nadie quiere un revival naranja con los amigos de Scioli en Mar del Plata. La visita de la gobernadora al doctor Lorenzetti, en vísperas de la espinosa decisión sobre los fondos del conurbano, no puede ser una buena señal para los gobernadores de Provincia.

¿Cómo subsidian el turismo en Mar del Plata a través del Banco de la Provincia y a mi provincia le restan fondos de coparticipación o asistencia financiera? Se cae de maduro que a los mandatarios provinciales se les vendrá a la cabeza esa idea, y da toda la sensación que no están equivocados, por más que sean peronistas y anden buscando un lugar donde puedan quedar parados, sin que la ola amarilla se los lleve puestos.

La oferta Mar del Plata no existe en los grandes medios nacionales, no hay campaña que induzca a reservas y hoy la vía online es un elemento de acceso a un mano a mano que facilita la negociación y precios accesible y a convenir. La ciudad cuenta con una publicidad gratuita enorme, impagable, diarios, radios y televisión tienen enviados especiales y difunden sus programas en vivo, deportivos, espectáculos, política e información general.

El panorama previo no es el más alentador. Si ser feliz dependiera de un decreto, de un deseo político, de voluntarismo, nadie escaparía a ese estado de ánimo ideal. Si la temporada es un fracaso, el oficialismo tendrá un costo bastante alto, aunque por lo visto están decididos a desafiar la ley de gravedad.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com