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Alvarado volvió ganar y mira a todos desde arriba

Con autoridad, solidez y buenos pasajes de juego, Alvarado se sacó de encima un rival incómodo y difícil como Rivadavia de Lincoln, que llegaba invicto al José María Minella, le ganó 2 a 0, sumó el cuarto triunfo consecutivo y sacó provecho de la igualdad de Ferro de Pico en Bahía Blanca para subirse a lo más alto de la tabla de posiciones de la Zona 1 del Torneo Federal A. Joaquín Susvielles, la figura de la cancha, de penal, y Martín Palisi, marcaron los tantos del conjunto de Mauricio Giganti que el domingo visitará a los pampeanos en el cierre de la primera rueda.
De principio a fin lo manejó el equipo marplatense, con algunas lagunas en el juego que fueron resueltas por la defensa y Juan Francisco Rago que cuando lo llamaron a intervenir lo hizo con seguridad. Pero en el trámite general, la victoria fue justa, lógica, y prácticamente no corrió peligro. Rivadavia apostó a lo suyo de entrada, con pelotazos para la cabeza del “grandote” Altolaguirre y las corridas a sus espaldas de Visser, Tolosa y Suárez. Bien parada la última línea y adelantado el arquero para cuando la pelota pasaba, el “torito” controló esas acciones y empezó a tomar el control del partido. Después de un par de desbordes que no llegaron a destino, avisó con un gran remate de Matías Caro desde afuera del área que Starópoli sacó por encima del travesaño.
La siguiente, fue la apertura del marcador. Un lateral sacado rápido, un sutil toque de Susvielles para la carrera de Litre y el agarrón de Luquez para frenar al “Tero” que terminó en el apresurado penal que cobró Sergio Testa cuando Francisco Molina había definido con sutileza por encima del arquero. Sin preocuparse demasiado, Joaquín Susvielles se hizo cargo de la ejecución y engañó al “1” para poner el 1 a 0 y empezar la carrera de cara a su tribuna. A esa altura, el trabajo de Alvarado ya era bueno y, con el gol, se potenció. Palisi y Caro se adueñaron de la mitad de la cancha para quitar y jugar, Molina complicaba por su sector, Litre se movía por todo el frente de ataque y Susvielles le ganaba permanentemente a los centrales, pivoteaba y se metía en el área. En una de esas, el “9” salió afuera y no pivoteó, giró y sacó un gran derechazo que exigió una mejor respuesta de Starópoli que sacó al córner.
Rivadavia intentó volver al partido pero le faltaba peso para lastimar y en el duelo se imponía la defensa local. En la única que Altolaguirre se le pudo escapar a Paulucci, anticipó en un córner y la volea se le fue demasiado alta. El resto de los intentos, llegaron por arriba, donde se hizo fuerte “Panchito” Rago para quedarse con cada uno de los centros que llegaron de los costados.
Sin Molina para el complemento (salió con un dolor en el talón), Ezequiel Riera le daba menos potencia por la izquierda pero más toque corto y control de la pelota en el medio, Lucero se tiró del otro lado y Litre, movedizo, arrancaba por derecha. En 3′, el “torito” hizo méritos para estirar la ventaja pero en las dos ocasiones no pudo Susvielles: primero con un centro de Urquiza que quedó un poco largo, y luego con una pelota que peleó, ganó y terminó rematando alto, con poco ángulo. La tercera de la etapa fue la vencida. Esta vez no la terminó Susvielles, pero hizo toda la jugada previa. El exOlimpo la agarró en la izquierda y empezó a dejar rivales en el camino por la línea, llegó a la de fondo y buscó paralelo al arco, enganchó y tocó atrás para Riera que no estaba perfilado, entonces cedió al grito de Martín Palisi que sacó un derechazo bárbaro, rasante, que se clavó contra el palo derecho de Starópoli que se estiró pero nada pudo hacer. 2 a 0 y la tranquilidad del objetivo cumplido.
El equipo de Schiavi sintió el impacto y le costó volver al partido. Alvarado olió sangre y fue con todo a definirlo. Susvielles seguía encarando y ganando y generó las dos ocasiones que no pudieron terminar sus compañeros por adentro. Con lo que le quedaba, Rivadavia fue en busca de un descuento que le diera esperanza y tuvo dos opciones claras para conseguirlo. Altolaguirre conectó un centro y le pegó al palo derecho de Rago, el rebote salió para adentro y los defensores se encargaron de sacar casi sobre la línea. Enseguida, un buen centro desde la izquierda fue bien ganado por Tolosa en las alturas y mejor contenido por Juan Francisco Rago que se quedó con una atajada notable, a un cabezazo dificilísimo, de pique al piso, que “Panchito” no sólo atajó, sino que no dio rebote cuando Altolaguirre se relamía.
Eso fue lo último peligroso de la visita, mientras que Alvarado parecía que si aceleraba lo podía liquidar. Lo hizo una vez y, con tres toques, Marcos Litre quedó cara a cara con Starópoli, se la quiso “pinchar” y el arquero metió el manotazo salvador para ahogar el tercer grito. Con el ingreso de Ezequiel Ceballos, el “Torito” ganó en juego y, con espacios, le faltó la puntada final para estirar la cuenta. En el fondo, estuvo seguro  y volvió a terminar con el arco en cero, para seguir ganando en confianza, para dar otro paso importante y para llegar a Pico como quería, arriba en la tabla de posiciones, tirando la presión del otro lado y sabiendo que sumando en el “Coloso de Barrio Talleres”, terminará la primera fase mirando a todos desde arriba.

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