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Alvarado ganó de visitante y se trepó a la punta

Trabajado, pensado, con una estrategia que dio resultado, bien planteado desde afuera y bien ejecutado adentro de la cancha. Con esos argumentos, Alvarado se vuelve a Mar del Plata con otros tres puntos importantes fuera de casa, superó con autoridad a Sansinena de General Cerri por 2 a 0 y le tiró la presión a Ferro de Pico que juega más tarde si es que quiere volver a la cima de la Zona 1 del Torneo Federal A. Con goles de Gonzalo Lucero y Marcos Litre, ambos en el primer tiempo, el “torito” sumó su tercera victoria consecutiva.
El partido lo empezó ganando Mauricio Giganti. El entrenador, estudioso, sabía a lo que se iba a jugar en el “Luis Molina” y en vez de hacer la lógica y poner a Emanuel Urquiza, de gran rendimiento en los dos encuentros anteriores ingresando desde el banco, puso otro central como Ezequiel Filipetto, corrió a Martín Quiles al lataral derecho y ahí comenzó a controlar los envíos aéreos del local. El resto, fue de los jugadores dentro del campo de juego, que tardaron 5 minutos en meterse en el juego y, a partir de ahí, llevaron el desarrollo a lo que más le convenía. Casi no pasó sobresaltos el “torito” en la primera mitad, salvo por los mil y un centros que cayeron en el área de Juan Francisco Rago porque, como era de esperar, Sansinena apostó únicamente a los pelotazos para Mariano Mc Cubrey o los tiros libres que, de cualquier sector del campo, se convertían en centros.
A ese muy buen trabajo defensivo, al que un juez muy celoso le cobró demasiadas faltas en su terreno ante el mínimo roce, Alvarado le agregó una buena transición para pasar rápido al ataque y poder lastimar de contra. Mucho más, después del primer gol de Gonzalo Lucero. Hasta ahí (11′), la pelota estaba más por arriba que por abajo y, de esa forma, llegó la apertura del marcador. Susvielles la bajó para Litre, que cuando fue a definir chocó con el arquero Agüero y le quedó servida al exIndependiente de Neuquén que tuvo que empujar para sellar el 1 a 0.
Con la ventaja, el “torito” se tranquilizó y el local se repitió en centros que no llegaron a destino. Si no eran los centrales marplatenses, era Juan Francisco Rago el que desactivaba el peligro y salían las contras. Avisó de esa forma con una réplica que manejó Gonzalo Lucero, que siguió en Litre y tapó Agüero, y estiró la cuenta por la misma vía, salida letal desde el fondo, ahora el que trasladó fue Francisco Molina que cambió para el “Tero” que hizo la diagonal, recibió casi en el punto penal y ante el achique del arquero definió suave para el 2 a 0. Hasta el final, el conjunto de Giganti se encargó de mantener esa ventaja, de tener más posesión de pelota y en la más clara del local, Valenti ganó en un pelotazo largo, gitó para definir y chocó con el adelantamiento de Rago que estuvo rápido de piernas para atorarlo.
Más allá de que Carlos Mungo metió mano en el arranque del complemento, el local no tuvo demasiados argumentos para complicar y Alvarado estaba tranquilo. Agazapado,el “torito” sabía que le iban a seguir quedando posibilidades de contra ataque para estirar aún más la diferencia y así fue con Molina que no pudo con una buena respuesta de Agüero. Sin ideas y con poca claridad, Juan Pablo Schefer quiso sorprender con un tiro libre directo pero Rago no se complicó y despejó con los puños.
Los minutos pasaban, Sansinena quedaba cada vez más lejos del arco visitante, en las alturas seguían prevaleciendo los centrales y Quiles por sobre Mc Coubrey. El entrenador acumuló hombres de ataque pero no por eso tuvo claridad. Como contrapartida, Giganti mandó a Ezequiel Riera por Lucero, perdió velocidad pero ganó en juego y tenencia de pelota en la mitad de la cancha, aunque las dimensiones de la cancha no daban lugar a jugar mucho en ese sector. A los 36′, el ingresado Curutchet quedó en libertad ante un pelotazo largo, pero no terminó de definir y respondió Rago.
En el tramo final, la desesperación no fue buena consejera para Sansinena que equivocó los caminos y salvo algún disparo desde lejos, no tuvo opciones de llegar al descuento. La solidez del fondo, donde se empezó a gestar el triunfo y la seguridad de Juan Francisco Rago le dieron tranquilidad a Alvarado que pudo haber estirado aún más la cuenta en el cierre, con un remate de Riera que se perdió apenas alto y con un cabezazo de Jonathan La Rosa que casi vuelve a anotarse en la red, pero esta vez no tuvo puntería.
Importante victoria del “torito”, con el arco en cero, con autoridad, mostrándose como un equipo maduro y trayendo su segundo triunfo consecutivo como visitante, sumando tres festejos al hilo y esperando lo que pase más tarde con Ferro de Pico que, si no gana, dejará a los de Giganti como único puntero hasta la próxima semana, cuando reciba el miércoles a las 20 a Rivadavia de Lincoln en el Minella.

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