Momentos de dramatismo y tensión se vivieron este lunes cuando una de las integrantes de la Cooperativa Nueva Esperanza, que junto a tres compañeras se había encadenado en la esquina del palacio municipal, comenzó a sufrir convulsiones por lo que fue asistida y trasladada de urgencia al Hospital Interzonal de Agudos.
El hecho ocurrió en horas del mediodía después de cuatro horas de permanecer bajo el rayo del sol a la espera de la presencia del intendente Arroyo para reclamar trabajo y ayuda tras los inconvenientes sufridos durante los temporales de los últimos meses.
Cabe traer a colación que desde el pasado miércoles más de un centenar de integrantes de dicha organización social acamparon en frente a la sede de Desarrollo Social de la Nación, ubicado en el Espacio Unzue, para visibilizar pacíficamente la problemática y ante la falta de respuestas extendieron el reclamo a la órbita municipal.
Este medio dialogó con Claudia Agüero, la mujer que horas después sufrió la descompensación que motivó que volviera a ser internada en el HIGA como aconteció hace unos días durante el acampe.
“Estábamos acampando con las compañeras y yo me puse muy nerviosa porque estaban los camiones de infantería y policías por todos lados, pensé que iban a reprimirnos y cuando me altero sufro convulsiones¨, expresó Agüero.
Acto seguido, puntualizó “estamos pidiendo trabajo porque no somos vagos, desde hace seis meses que nos dejaron sin trabajo. En el acampe hay 159 personas sufriendo frío, hambre y sueño. También reclamamos un techo digno, que nuestros hijos tengan una cama seca para dormir porque se nos llueve todo y se nos mojan los colchones de la humedad que hay mi casa, está llena de hongos, que causan muchas infecciones y sobre todo en las vías respiratorias” y añadió que “hace poco estuvo mi nena de un año y ocho meses afectada por una neumonía dos semanas por el frío y los hongos y por ende estuve sin dormir, eso también me puso muy mal y fue una de las razones por las que decidí sumarme al reclamo y retirarme por mi cuenta sin el alta médica para encadenarme con mis compañeras”.
Asimismo, describió que “el frío que hace en mi casa es terrible, los techos están todos podridos, la asistente social relevó mi situación y sabe que no miento. Se nos rompieron las cuchetas y se mojaron todos los colchones, y mis seis hijos duermen todos juntos en una cama de dos plazas pero no puedo tener el mismo colchón y encima mojado durmiendo a cinco criaturas, más la bebe de tres meses”.
También pontificó que “no hace falta llegar a esta situación nosotros nunca hemos quemado neumáticos, reclamamos pacíficamente, pero nos prometen cosas y después cuando los votamos seguimos viviendo en la mugre como chanchos”.
Y concluyó manifestando que “ellos tienen sus coches de alta gama y mandan a sus hijos a escuelas privadas cuando yo muchas veces no puedo llevar a mi nena a la salita con la lluvia porque no tengo plata para el remis, eso no es justo”.
Roberto Latino Rodríguez