No son pocos los analistas que creen que el protagonismo que tuvo María Eugenia Vidal en la campaña electoral en la provincia de Buenos Aires fue clave para que el oficialismo terminara peleando voto a voto el primero lugar contra Cristina Kirchner.
Ese esfuerzo sitúa a la mandataria irremediablemente entre los dirigentes con expectativas para las elecciones nacionales de 2019, sobre todo luego de que Mauricio Macri admitiera en público su plan para que Cambiemos se perpetúe por 20 años en el Poder Ejecutivo.
En una conferencia de prensa que compartió con los principales candidatos del distrito para las generales de octubre, Vidal fue consultada sobre su futuro político. Y contestó: “Yo me siento una jugadora de equipo, repartí volantes en las esquinas, fui candidata sabiendo que no iba a entrar, tuve distintos roles. A mí me gusta decir que voy de aguatera, defensora o arquera. Voy a hacer lo que haya que hacer, voy a estar donde decida el equipo y la gente“.
En este punto, amplió: “Lo que hace la diferencia en los próximos 20 años es la educación; y yo me veo donde me toque estar, entre lo que decida la gente y este equipo encabezado por Mauricio Macri“.
La gobernadora se refirió, además, a las críticas de la ex presidente Cristina Kirchner al mecanismo de carga de datos, que generó una drástica reducción de la brecha que separaba a las principales listas hasta llegar al “empate técnico“. Dijo que el escrutinio provisorio fue más rápido que los de las PASO 2013 y 2015, y lanzó: “Los que se quejan por las demoras son los mismos que no quisieron votar la boleta electrónica“.