En una noche en la que no faltaron los momentos emotivos, las anécdotas y los mensajes de cariño y respeto, Leonardo Gutiérrez se retiró formalmente de la actividad en el Polideportivo Islas Malvinas de nuestra ciudad. El básquet terminó quedando en segundo plano, en una jornada dedicada a celebrar la carrera del jugador más ganador de la historia de la Liga Nacional.
En cuanto a lo que se vio en cancha, hay que marcar que hubo acción para cuatro equipos, con Leo jugando un cuarto con cada uno de ellos y mostrando su mano intacta con el tiro de tres puntos. Grandes figuras del pasado y la actualidad dijeron presente, como el caso de Marcelo Milanesio, Diego Osella, Héctor Campana, Luis Scola, Andrés Nocioni (fue el encargado de presentarlo en la previa), Facundo Campazzo, Patricio Garino, Pepe Sánchez y Nicolás Laprovittola, entre otros.
Además del partido, hubo otros momentos significativos como un duelo mano a mano entre padre e hijo y la actuación de la pequeña Mora Gutiérrez, tocando el tema Despacito con un violín y haciendo quebrar hasta las lágrimas al 10 veces campeón de la Liga.
Rodeado de amigos: así fue la despedida de Leo. Uno de los más grandes jugadores que dio la Liga Nacional de Básquetbol.
Fueron dos horas inolvidables, en las que el legado de Leo quedó a las claras: no solo en lo que significó como jugador, sino también como líder y guía de muchos jóvenes que crecieron a su lado.
Ahora, llega el momento de comenzar una nueva etapa como entrenador, tratando de repetir parte de la gloria que pudo conseguir dentro del rectángulo de juego. Lo que es seguro que lo no le faltará es pasión. Esa misma que nos enseñó durante dos décadas y que hizo que se despida este sábado para pasar inmediatamente al nivel de leyenda. Inigualable.