Política

Gastronomía: ¿Morro miente o no dice toda la verdad?

“Hemos trabajado igual o un poco  más que otros años”, la propietaria de la pizzería más emblemática de la ciudad, pide que no se corte esta continuidad de asistencia a sus exquisitas especialidades. “Los precios los hemos mantenido y nuestra clientela en general ha respondido”, agrega, sin dejar de reconocer que el contexto es complicado. Años de trabajo, calidad, renovación de mobiliario, mantelería y cristalería, son los fundamentos del lugar de cita obligada cuando se trata de entrarle a la pizza y los fatay, exquisitos. “El delivery ayuda también a la caja, la gente nos conoce y nos respalda con su fidelidad. Hay que salir de la tristeza y la angustia que nos provocó la partida de Ismael”, nos cuenta Fátima propietaria de La Placita, de Arenales casi Colón.

Anoche, alrededor de 100 personas no pudieron acceder a la mejor carne de Mar del Plata, “El Gato Al Límite”, agotó las localidades (parafraseando al teatro). Trabajó a salón lleno y por reservas, es decir que la demanda superó ampliamente su capacidad de atención. Los responsables de la parrilla no sabían cómo disculparse ante clientes de toda la vida, que no habían sido precavidos y concurrieron sin la reserva previa. Desde las 21 contaron, se colmaron los dos salones.

En La Fonte de Güemes, ocupar una mesa para 4 personas y dos menores, uno de ellos lactante y en su cochecito, sólo fue posible al final del salón. Prácticamente todo colmado hasta en la planta alta del local, y aún en la vereda. El fin de mes llega para todos y todas, pero en el rubro de cafeterías se podía observar, un interesante nivel de ocupación, es invierno, hubo humedad y temperatura que permitió que más gente se volcara a las calles.

Pero el fenómeno se podía observar desde el sábado anterior, en el fin de semana pico de las vacaciones de invierno, cuando al regreso de la cobertura de la presencia de María Eugenia Vidal y Elisa Carrió en el Hotel Costa Galana, se pudo apreciar una cola de aproximadamente 50 metros sobre la vereda del Boulevard Marítimo y Castelli, ese aspecto habitualmente se produce en plena temporada alta, por lo tanto llamaba poderosamente la atención. Son los picos de concurrencia, es cierto, pero son los mismos que observamos en enero y febrero.

Lo mismo ocurrió en los céntricos restaurantes de la tradicional cadena Montecatini, en los mismos fue posible observar cómo mucho antes de las 20 ya los fieles de sus platos, se “comían” la amansadora, esperando por su milanesa napolitana o los canelones a la Rossini. Hay establecimientos que trabajan cuando se satura la plaza, por el desliz que produce el abarrotamiento de público, esto no es nuevo ni es para asombrarse. Son competitivos, en función de su tradición, calidad y precios, están consumiendo en Argentina, el país donde sólo alimentarse cuesta un huevo.

Está bien, no es para tirar manteca al techo, pero tampoco se puede vivir de un sobredimensionamiento de la oferta para que esta veterana sindicalista salga a llorar cuando practica la competencia desleal desde los hoteles de los empleados gastronómicos, donde se invierten los dineros de la obra social, la cuota sindical y después lloran porque no pueden dar las prestaciones a sus afiliados. Vendan los hoteles, los restaurantes, los casinos, los balnearios y destinen los recursos a la seguridad y a la prevención social. No es la explotación del rubro, precisamente el objetivo de un sindicato, sino atenderlos en función de sus millonarios aportes.

Claro, Mercedes Morro y Graciela Camaño (la esposa de Luis Barrionuevo) están en campaña para convertir a Sergio Massa en senador de la Nación. Morro quiere ser concejal, es un aviso en plena campaña electoral. Morro no se sabe si está en campaña política o en defensa de los trabajadores gastronómicos, son de los que atrasan 70 años, casi desde la cuna, difícil que cambien, tanto como que un chancho chifle, dicen en el campo.

6 Comentarios

  1. en Waikiki punta mogotes estaba SIEMPRE lleno

  2. En la previa a las elecciones seremos testigos de una campaña sucia y deshonesta, plagada de mentiras y victimizaciones. Lo lamentable del caso es que hay muchos que se la creen.
    Sin ir más lejos, el dirigente taxista Cirone aulló histéricamente cuando aumentó la nafta y nadie fue capaz de recordarle que los taxis andan a gas, combustible cuyo precio está congelado hasta diciembre.
    En el caso del supuesto “ataque” al 7mo. Fuego es tan evidente la falsedad del relato, que los medios K como La Capital y 0223 han dejado de darle espacio ya al segundo día.

  3. Morro=Massa=Ciano=Pulti.
    No votes a los de siempre.

    Razona 2017

  4. Hay que sacarse la careta!! Mercedes está en campaña

  5. Es así. Los sindicalistas pasaron a empresarios. Comparto el párrafo que vendan los hoteles, casinos etc.
    Que gastronómico se aloja en el Sasso?

  6. blank Susana Olviares de Cantón

    bastas de chantas !!! ya robaron demasiado !!! Jubílense.

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