Política

“La herencia de Scioli fue peor de lo que esperábamos”

La cita es en una sala de reuniones de la Casa de la provincia de Buenos Aires sobre la avenida Callao a unos 200 a metros del Congreso. Es un martes de julio complicado y pegajoso para circular en Capital Federal: línea D de subte con problemas técnicos, manifestaciones por la zona, caos de tránsito y un invierno que se resiste a aparecer. El ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, está reunido con la Mesa Vitivinícola con un objetivo más que ambicioso. En siete años les propuso sextuplicar la producción de vinos en la provincia.

Al llegar a la entrevista con LPO, Sarquís advierte que la sala no tiene algo fundamental para él y solicita a un colaborador un lugar que cuente con un mapa de la provincia. “Somos un país dentro de un país”, dice y explica que las distancias en ese territorio no se ubican dentro de los parámetros normales. De hecho, en los últimos nueve meses, Sarquís cuenta que recorrió más de 100 mil kilómetros en dos autos que le asignó la gobernación.

Si bien la mayor parte de su carrera profesional la desarrolló en el sector privado, en los últimos años Sarquís estuvo metido de lleno en la actividad pública. En 2011 fue uno de los responsables de la elaboración de políticas agroindustriales de Francisco de Narváez en su campaña para gobernador. Dos años más tarde, ya lanzada la candidatura presidencial de Macri, se sumó al PRO y a través de la Fundación Pensar trabajó en la plataforma para el campo.

¿Qué balance hace de estos primeros 18 meses al frente del Ministerio de Agroindustria?

Muy positivo. Nos propusimos poner a la agroindustria en el lugar que se merece y lo cumplimos. El Ministerio de Agroindustria de la provincia tenía un perfil relativamente bajo donde había mucho más política que gestión. No creo que los ministerios sean fuertes por los presupuestos, sino por las ideas que llevan a cabo.

¿Qué fue lo más importante que hicieron?

Lo más importante fue que reactivamos todos los segmentos de la agroindustria bonaerense. Tuvimos muy buenos resultados en trigo y maíz. Impulsamos la horticultura, la producción avícola, la miel, los ovinos y la ganadería. También fomentamos créditos a través del Banco Provincia. Mantuvimos diálogo directo con todas las asociaciones, entidades y trabajamos muy bien en todo lo que se refiere a la participación público/privada. Yo no entiendo la política pública sin participación de los privados.

Campo e impuestos

¿Cuáles son las producciones que mejor y peor están actualmente?

Las que mejores están son trigo, maíz y ganadería porque son las más sustentables. Donde más hay que trabajar es en lechería y otros sectores como la avicultura que por temas estructurales se ven impedidas de mostrar todo su potencial.

En la provincia también hay otras producciones que tienen una gran proyección en algunos años. El vino está en comienzo de ascenso. Hoy tenemos 180 hectáreas de producción en el sudoeste donde se hace un muy buen vino. En siete años nos propusimos llegar a mil hectáreas.

Otro sector con un gran potencial es la horticultura. La vara que nos pusimos es que dentro de seis años Buenos Aires pueda exportar 200 millones de dólares en alimentos frescos. Para esto estamos llevando a cabo una campaña muy agresiva fomentando el consumo, trabajando en la parte sanitaria, laboral, buenas prácticas, financiamiento, todo a través de nuestra chacra experimental en Gorina.

Buenos Aires es, por lejos, la principal provincia productora de trigo del país. ¿Apuestan a esta cadena como motor en la creación de empleo?

El año pasado, por el aumento de la producción en la provincia, la cadena de trigo generó más de 20 mil puestos de trabajo, siendo un 60% empleo directo. Hoy la provincia representa un 70% de la cosecha nacional. Pero lo lógico es que estemos entre un 50% y 60%. Estimamos que el año que viene la producción de trigo en todo el país será de 20 millones de toneladas sobre un área sembrada de 4,5 millones de hectáreas. El incremento de las exportaciones de trigo de la provincia respecto a 2015 fue de 2,5 millones de toneladas.

También la ganadería es una actividad muy importante en la provincia, aunque en los últimos años perdió terreno. ¿Cómo está hoy este sector?

En ganadería estamos teniendo muy buenos números desde el inicio de la gestión porque los productores están reteniendo vientres. Cuando se retienen vientres te garantizan un buen augurio. El 70% de los frigoríficos exportadores están en la provincia. Por eso es importante que le hayamos bajado los ingresos brutos para que la cadena se empiece a regularizar.

En la última década los frigoríficos se cerraron porque la línea ganadera se corrió al NOA. Hay muchos establecimientos subutilizados y hay que actuar con mucha responsabilidad en la apertura de nuevos frigoríficos.

Vidal, Buryaile y entidades

¿Qué visión tiene María Eugenia Vidal del sector agropecuario?

La gobernadora ve a la agroindustria como un sector pujante, clave en el desarrollo productivo y en lo que respecta a la generación de empleo. Sabe que es la actividad tal vez más importante en materia productiva de la provincia. Pero ella tiene la obligación de mirar al sector dentro de un conjunto de 16 millones de bonaerenses. Muchas veces el sector pretende que Vidal tenga una mirada netamente productivista. Y eso no hace falta si se sabe que tiene un equipo que lo mira.

Si tuviera que describir a Vidal brevemente, ¿qué diría?

Es una persona muy querible, confiable, transparente y firme en sus decisiones. Se trabaja muy bien, es muy directa y uno la aprende a conocer todos los días. No te deja de sorprender el manejo político que tiene de todas las situaciones. Además, tiene una llegada a la gente muy importante.

¿Cómo se lleva con Ricardo Buryaile? ¿Le sorprendió las versiones que hubo acerca de que Agroindustria perdería el rango de Ministerio?

Muy bien. Soy amigo de Ricardo. Trabajamos con total confianza y estoy muy agradecido con él y todo su equipo. En Nación y provincia somos un gran equipo.

Nunca dudé que el Ministerio seguiría siendo Ministerio porque sé cómo piensa Mauricio Macri respecto al campo. El presidente sabe que el sector es el motor de la economía del país. En la provincia, de los 135 municipios, 128 tienen actividad agropecuaria. Y en el país, no menos de 20 provincias tienen su principal fuente generadora de riqueza en la agroindustria.

¿Le molestaron las críticas de algunas entidades del campo al gobierno provincial?

Yo tengo diálogo permanente con los directivos de las entidades. Ellos tienen que ponerse en los zapatos de los funcionarios. No hay que personalizar a las personas como buenas o malas o como que entienden o no entienden. Nosotros somos un equipo de gobierno que hace las cosas en forma responsable. Entendemos perfectamente lo que pasa. Pensar que si no se baja un impuesto es no entender, me parece que es una lectura errónea. No hay nadie que quiera cobrar más impuestos porque tenga ganas. Buenos Aires fue un mar de excepciones impositivas en los últimos 20 años. Lo que se está haciendo ahora es ordenar. Se necesita una reforma impositiva global en la Nación y en la provincia. Se está haciendo de a poco. No hay que pensar que a partir de octubre va a cambiar un impuesto tal o cual.

Usted viene del sector privado, ¿Le sorprendió algo de la gestión pública?

Me encanta trabajar en el sector público. Yo venía del privado, es cierto, pero a su vez tenía experiencia en lo público porque trabajé con candidatos, asesoré diputados, senadores e inclusive de 2002 a 2004 estuve a cargo de la dirección de microemprendimientos cuando Felipe Solá era gobernador y Gustavo Lopetegui ministro de Producción. El saber leer los lenguajes de la política hace que no me asombren ciertas cosas y que te manejes de una manera más natural. La política es muy intensa y aprendo todos los días algo.

¿Cómo tomó las críticas que se le hicieron por su pasado en Monsanto?

La verdad es que no me molestaron. Yo entiendo perfectamente estas cosas. En los 15 años que trabajé en Monsanto aprendí muchísimo y no me arrepiento de haberlo hecho. Crecí desde vendedor hasta director. Además, muchas herramientas de la vida empresarial te sirven para la gestión pública. En las empresas se aprenden conocimientos técnicos y se te forma como profesional. Yo no beneficiaría nunca a una compañía en la cual trabajé. Al contrario, desde mi lugar estoy fomentando leyes restrictivas.

El Gobierno apostó a la gradualidad. ¿Cuándo cree que la gente sentirá los resultados de las políticas aplicadas?

Se están empezando a ver de a poco. Hay muchos parámetros que están mejorando. Los mejores resultados se van a ver el año que viene.

¿Cree que el Gobierno va a ganar las elecciones? ¿No hay un exceso de subestimación hacia la figura de Cristina Kirchner?

No tengo dudas de que Cambiemos va a ganar en todos lados. Nos va a ir muy bien. Nuestra mejor carta de presentación es lo que hacemos. No comparto para nada lo que hizo Cristina durante sus dos gobiernos, pero no me meto en la campaña de los demás. Yo voy al territorio, me junto cara a cara con la gente, los escucho y los ayudo a elaborar una estrategia conjunta.

¿Qué evaluación hace de la gestión de Daniel Scioli como gobernador?

La herencia de Scioli fue muy pesada y sobre la marcha nos fuimos dando cuenta que era peor de lo que se pensaba. Hubo cosas muy duras que hicieron que algunos temas se retrasen. En el primer año de gestión, no solo tuvimos inundaciones, sino también un tsunami de gestión que heredamos del ex gobernador. Ahora empezamos a salir de una provincia fundida a una provincia solamente quebrada, producto del gran trabajo económico con cuidado de los recursos.

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