Mascotas

Muerte y estafa: el espeluznante negocio del tráfico de animales en Argentina

Hace apenas unos días, se detectó en La Plata un cargamento de aves exóticas que estaban destinadas a la venta en el mercado negro. Los efectivos policiales aseguraron que habían sido compradas por 4 millonesde pesos, y que su valor de reventa hubiera podido alcanzar los 10 millones.

Los grandes números que maneja el tráfico de animales no son una novedad. Ni en Argentina, ni en el resto del mundo. Según la organización mundial World Wildlife Fund (WWF), la venta ilegal de especies genera alrededor de 80 mil millones de dólares al año. Así, es  l tercer mercado más grande del mundo, detrás de las armas y las drogas.

Aunque en la Argentina no existen cifras oficiales de la cantidad de dinero que genera el tráfico de animales, se sabe que el problema es importante. Miguel Rivolta, ex Director de Bienestar del zoológico porteño y actual profesor de Física Biológica en la UBA, explicó a BigBang que hay dos tipos de tráfico distintos.

Por un lado, como afirma Rivolta, existe una venta en grandes cantidades, y otro comercio mucho más específico, en donde el comprador le pide al traficante un determinado animal. “Hay un tráfico de aves en peligro de extinción, que sale mucha plata, y después hay otras de bajo costo. Un guacamayo sale unos 25 mil dólares, a diferencia de aves en el trafico común, como cabecitas negras, que no superan los 400 pesos”, garantizó.

Aunque la Argentina cuenta con la ley Nacional de Conservación de Fauna (ley N° 22.421), que establece penas que van desde una multa de $70.000 hasta cinco años de  prisión, lo cierto es que muy pocas veces se cumplen las condenas que estipula la norma.

ZONAS DE TRÁFICO

Rivolta precisó a este portal que resulta muy sencillo pasar a los animales de forma ilegal a través de distintas fronteras con los países limítrofes. La más habitual suele ser con Paraguay, por su escaso control, aunque Bolivia y Uruguay también son focos de traspaso.

Consultada la Fundación Vida Silvestre sobre cuáles son las zonas del país que resultan afectadas por la extracción de animales. Leonel Roget, encargado de la comunicación de la fundación,aseguró que “aunque por lo general el tráfico proviene del norte del país (provincias con mayor biodiversidad)”, los animales se acopian para ser vendidos “en Buenos Aires, particularmente en el norte de la provincia y en el conurbano”.

Sin embargo, para que los animales lleguen a los centros de venta, primero deben ser transportados. Como a los traficantes no les interesa cuidarlos, suelen esconder a la fauna para evitar ser detectados en los controles, con alto riesgo para la salud de los animales.

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