Hora tras hora, las malas noticias trascienden la otrora empresa modelo. Llega a su fin con su manejo político que arrancó con el ex intendente Gustavo Pulti y tuvo, inesperadamente, su continuidad con el gobierno de CAMBIEMOS, que asumió su responsabilidad con la decisión del intendente Carlos Arroyo. Hasta la reacción con el manejo de las tarifas políticas no ha llegado a tiempo.
Todas las advertencias fueron desoídas y hoy ya es tarde. Las complicaciones judiciales del titular de la empresa, investigado por enriquecimiento ilícito, el rechazo que sufre la conducción del gremio que integra el SITOS como director obrero, emiten señales de S.O.S., ya sin caja y sin respaldo el político del peronismo en su conjunto Frente para la Victoria, Frente Renovador y Agrupación Atlántica y el PRO.
La tormenta perfecta llega con los aumentos por un servicio cada más lejos de la excelencia. Se han dilapidados fondos acumulados en plazos fijos y su funcionamiento depende ahora del día a día de la recaudación propia, hasta la afectación del GIRSU que debe ser tomado para la Administración Central. Hoy técnicamente OSSE es una empresa que necesita una inyección de capital genuino (dinero fresco) porque se ha quedado sin capital operativo.
Como es costumbre en esta gestión, las obras no se ejecutan por culpa del Club Aldosivi, del Consorcio Portuario o del Astillero Contesi, la falta de agua es porque EDEA no abastece la energía eléctrica a las estaciones de bomberos, mientras que obras de gran envergadura han sido contratadas con financiación incluida a la empresa COARCO.
Este es el fin de fiesta de las empresas tercerizadas que responden al directorio y servían para la cajita feliz de OSSE, desde la cual el kirchnerismo hizo su aporte para la campaña de todos los candidatos del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, Aníbal Fernández y Gustavo Pulti.
“Es una vergüenza lo que han hecho”. “Nos han entregado”. “La empresa está muy mal”. Estas eran algunas de las afirmaciones que se volcaban en el encuentro, a la salida del trabajo, con percusión, petardos, gritos y cantos.
Estos cargos son repartidos por partes iguales entre el Directorio, en particular Mario Dell Olio y el Sindicato, esencialmente en la figura de Daniel Díaz, quien de Secretario General del gremio pasó a Director, sin abandonar el cargo, lo que está prohibido por estatuto.
De Dell Olio el comentario es que todo se hace entre penumbras y “cuando nos enteramos ya es tarde. De todas maneras no lo damos por terminado. Esto recién comienza. Pedimos formalmente asamblea el 17 de este mes y todavía no tenemos respuestas. Esto es un atropello a los derechos de los afiliados”. Lo firmado hasta aquí es un 18%, repartido esto en partes hasta noviembre.
Se hablaba ahí de que alrededor de 300 de ellos están en esta movida, superando las expectativas. “Por eso el temor a darnos esta oportunidad de poder expresarnos con libertad. Para esto es la Democracia y si estamos equivocados, que se animen a decírnoslo en la cara”, indicaron.
Ya ha habido manifestaciones por parte del Directorio, que la situación no es cómoda en cuanto a los números, “pero Dell Olio nos metió en la búsqueda de aguas termales, desvió fondos hacia la municipalidad y otras serias irregularidades”, son algunas de las quejas. “Que se sepa definitivamente de todo lo que hizo con Pulti y continuó con Arroyo. Son sus propios pecados. Que se haga cargo de la falta de insumos y herramientas”.
En todo este panorama, tendría que verse que se comenta en el círculo del Intendente Carlos Arroyo, quien lo avaló con todo su poder, a pesar de muchas voces en contrario. Pero también está el Concejo Deliberante que tiene grandes responsabilidades en Obras Sanitarias, en razón de su calidad de Asamblea de Accionistas en representación de la comunidad, que es la que resultaría la principal perjudicada, en razón de que es una empresa insignia del partido de General Pueyrredon, cubriendo servicios fundamentales.
En el propio lugar de la manifestación, empleados comentaban que “años atrás, este servicio lo pagábamos con lo que teníamos en el bolsillo. Hoy es una barbaridad. Nosotros pagamos igual que todos los vecinos”. Y las quejas son muchas en este sentido y se van multiplicando por la ciudad.
Esto no está sólo afectando lo material de la empresa, también se ve lastimado el espíritu de Obras Sanitarias, algo que enorgullecía a Mar del Plata y que aparece como dilapidado por una gestión que ahora se ve, en el malestar interno, con voces que se animan más que nunca a señalar las graves falencias, que no todo lo que brilla es oro.
Se hunde pero arrastran con ellos nuestro dinero, subió un montón para Abril.Basta de currar con nosotros
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