Quienes a las 18.24, se informaron sobre la urgente intervención quirúrgica al ex presidente Néstor Kirchner, y asistieron a la charla de Nelson Castro el último viernes en el Hotel Costa Galana, hicieron una inevitable asociación sobre uno de los libros del periodista, Enfermos de Poder.
Curiosamente, el cardenal Bergoglio envió a un sacerdote a brindarle el oficio de la santa extremaunción, lo cual dejó más tela para cortar, en la noticia que conmueve al país en este momento.
Nelson Castro en su extensa charla en el hotel Cinco Estrellas de la ciudad, en una sala colmada de público, se refirió a los avatares de los presidentes, vices y candidatos a la primera magistratura, en circunstancias propias de enfermedades que alejaron, o pretendieron hacerlo, a personajes durante toda la historia argentina. Juan Domingo Perón por ejemplo nunca debió presentarse en 1973, ya que no estaba en condiciones físicas de soportarlo, y además llevar en la vice presidencia a María Estela Martínez de Perón, cuya asunción luego de la muerte del General, desató un golpe de Estado que derivó en la peor represión que se vivió en nuestro país, con un saldo de muertos y desaparecidos que todavía no se ha salvado.
Precisamente se explayó sobre las enfermedades, que los máximos líderes de la política pretenden ocultar, debido a la debilidad política a la que se exponen, a partir del conocimiento de un padecimiento determinado, que los excluye automáticamente como una persona que esté libre de una enfermedad, frente a una responsabilidad tamaña como la conducción del poder.
Néstor Kirchner es por estas horas, un ex presidente en funciones y clave en todas las decisiones de Estado, tanto presente como futuro, con lo cual queda abierto a partir de este momento un innumerable cúmulo de especulaciones, como por ejemplo su alejamiento del círculo máximo de las decisiones gubernamentales del país, ya que habrá disquisiciones para todos los gustos.