En primer lugar el muy bien 10 para Latino Rodríguez que logró la nota que publicó mdphoy.com, bajo el título de “Arroyo autocrítico: “Perdí tiempo con los políticos, no tendría que escucharlos más”. Pero cuidado Roberto, puede ser que te acusen de responsable de los dichos, ya que cuando alguien se escapa de lo razonable, la culpa la tiene el mensajero. Me agarró cansado, dormido, vencido, puede ser la excusa. Es cierto, no hubiera querido anoticiarme del concepto de que Carlos Fernando Arroyo se quiere escapar de los políticos, cuando en realidad debería estar rodeado de ellos. Por algo, a los colaboradores inmediatos se les llama funcionarios políticos.
Y ahora sí, al que comúnmente se denomina jefe político de la ciudad mis líneas, suponiendo que le pueda llegar y esperando que no exista el diario del intendente. Dice usted en dicha nota que “me autocriticaría el hecho que me encerré demasiado con los papeles, preocupado por los expedientes y las tendencias de todos lados y fundamentalmente haber perdido demasiado tiempo con los políticos. A veces pienso que no tendría que escucharlos más”.
Me parece que usted, abogado (bastante hay de ciencias políticas en dicha carrera) y docente, debería ya saber a esta altura del camino, y enseñar al respecto, que no todo el que pretende entrar en política queda afuera de la pseudo (igual a falso) política y resulta un fracaso, quizás no para él, para lo que la sociedad necesita. Y también a estos igualmente les pagamos todos.
La democracia necesita esencialmente de la política, por eso me parece un pecado tal confesión. Todos nos vestimos de ciudadanos cuando ejercemos el acto político de votar. Todos, también, deberíamos politizarnos más, exigirnos y exigir para corregir. Podemos equivocarnos, pero también está el debate bien intencionado, saber escuchar y a veces callar para meditar cómo emprender nuevamente el camino.
Sobre los expedientes que sobran en su escritorio. La propia gobernadora Vidal, de su mismo proyecto, pidió a sus funcionarios que “empujen los expedientes” para resolver los problemas de la gente. Detrás de cada papel puede haber una persona o varias esperando. No tenga dudas.
Sr. intendente, participo de un grupo de jubilados de Obras Sanitarias, activos, no pasivos, precisamente también por su silencio. Varias veces le pedimos audiencia exponiendo irregularidades de esa empresa municipal. Fueron cuatro escritos, como electo (noviembre) y ya en funciones (diciembre). No quiso saber, por eso, espero ansioso sus confesadas ganas de calle para ver y escuchar los problemas. Por ahí nos podemos encontrar en alguna esquina para exponerle la problemática que nos perjudicó y nos sigue perjudicando por manejos perversos. No tengo necesidad de llevar documentación que acredite esto. Parte está en su escritorio y demasiado en el Concejo Deliberante que espero que alguna vez se haga eco de eso de Honorable, convocando seriamente a la política a sus responsabilidades, ya que todos estamos obligados a pagar lo que las mismas requieren.
A ese imaginario encuentro vaya preparado ya que le preguntaré, por ejemplo, cómo votó el año pasado en contra de la Rendición de Cuentas de Obras Sanitarias del 2014 y seis meses después le pidió al mismo rechazado que le siga haciendo las cuentas, o el cuento.
También le diré que usted manifestó que su espíritu se subleva viendo “cómo a nuestros mayores se los pone a un costado, como si fueran objetos en desuso”. Lo dijo cuando asumió. En nuestra agrupación hay gente de 80, 90 y más y usted, hasta aquí, obró de la manera que repudió. No puso ni siquiera a alguien a escuchar en serio, por el contrario, parece que estuviera la orden en la otra dirección.
Pero estoy dispuesto a oírlo. Quizás usted me pueda convencer de que soy un ser despreciable que no se merece la atención por defender derechos humanos y constitucionales, los que, en definitiva, vienen a ser la misma cosa. La Constitución abunda en esto que es también política a la que, estoy seguro, muchos abrazan con convicción y estoy convencido que asimismo algo de esto está a su alrededor. Si no hay nada de esto cerca, nadie, estamos perdidos. Pero siempre hay tiempo de corregir. De llamarlo a Roberto y decirle, me equivoqué. Vamos de vuelta.
Estas son mis razones, dolorosas, aunque quizás no sean las suyas, pero yo también le quería decir las propias. Son de alguien que se anota en el pretendido camino del ciudadano, buscando así también el título de político, muy humilde desde el lugar que me toca actuar y del cual no reniego.
Miguel Toscano
compato en un todo con el Sr. Miguel Toscano
Excelente Miguel Toscano. Arroyo nos mintió. Se vendió como un honrado en contra de la corrupción y cuando el Dr. Razona dejó en claro que heredaba lo peor de Pulti , Del Ollio, Telpuk, Andueza, Giri y su sociedad con Scioli, entre ellos, lo dejó solo y sin apoyo politico para combatir la corrupción.
Excelente!!!-