La historia se repite y nadie hace nada. Los encargados de parar con la utilización irracional de los caballos al parecer están preocupados por temas triviales que bien alejados están de la alarmante realidad que viven los marplatenses. Pasan los años y la tracción a sangre se multiplica en una ciudad que no toma conciencia del daño y el sufrimiento que padecen algunos animales. Como si no fueran seres vivos. Ignoramos todo lo que pasa a nuestro alrededor, inclusive a ellos, donde muchos son abandonados después de haber sido sometidos durante décadas ante la vista cómplice de todos.
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Pasada la medianoche de este jueves, gracias a la colaboración de la agente policial María Belén Barreto y la titular de la ONG Reino Animal Patricia Méndez, pudieron contener a cuatro equinos desbocados, (una yegua con un potrillo, un petizo y un animal de gran porte con una pata lastimada) “andaban como locos y evitamos una tragedia automovilística”, aseguró la proteccionista ni bien se dio cita en el lugar, “un barrio oscuro en medio de la nada”, señaló.
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Luego de varios intentos para comunicarse con el servicio 911, “estamos para emergencias le contestaron”, se hicieron presente uniformados de la comisaría Decimosexta, quienes le dieron una mano, pudieron tranquilizar a los animales y por ende evitar una tragedia automovilística.
Uno de los cuatro equinos desbocados en el medio de la noche.
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“Después de contenerlos y dejarlos en un lugar alambrado para resguardarlos, los efectivos nos trasladaron a la seccional para llevar adelante la denuncia correspondiente por “maltrato”, pero desistimos de la misma ya que desconocemos quien es el dueño”, aclaró Méndez.
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Acto seguido, la titular de la ONG agregó que “en las próximas horas hablaremos con el fiscal para tratar de rescatarlos, siempre y cuando hayan quedado en el lugar donde los dejamos”.
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Por su parte, la proteccionista ofuscada por lo acontecido, se descargó sentenciando que “estamos hartos de pasar por esto una y otra vez y que nadie tome cartas en el asunto. Si están y nos dan la guarda los iremos a buscar. Pero no hay que esperar más accidentes, caballos muertos, ni personas, para que de una buena vez por todas los que tienen que hacer algo lo hagan. Total, ellos durmiendo y nosotros en la calle. Siendo las 24.30 volvemos a casa…”.
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Foto (1): archivo.
Foto (2): Patricia Méndez