El complicado panorama judicial del ex intendente Pulti

Las cinco denuncias que dieron lugar recientemente a sendas investigaciones penales preparatorias, entre otros presuntos delitos por malversación de fondos e incumplimiento de los deberes de funcionario público, complican aún más el panorama judicial del ex jefe comunal  Gustavo Pulti, acuciado por las derivaciones en la causa original de las licencias “truchas”.

El 6 de marzo del año pasado, el Fiscal General Adjunto Marcos Pagela,  dispuso el inicio de una Investigación Penal Preparatoria “por la posible comisión de delitos de acción pública, sin perjuicio de la calificación legal que corresponda asignarle”, en relación a las responsabilidades del ex intendente Pulti y los funcionarios Adrián Alveolite, Guillermo Iglesias y Gustavo Vidal, así como los del Presidente del bloque de concejales de Acción Marplatense, Ariel Ciano, y de los agentes municipales María Laura Betti, Federico Moser y María Alí.

La apertura de dicha IPP tuvo lugar al día siguiente y como consecuencia de las declaraciones formuladas por los imputados, en la causa original de las licencias “truchas”,  Brenda Burgos y Jorge Rubilar.

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Cabe también traer a cuento, que la imputada Brenda Burgos integraba el personal administrativo de la Dirección de Licencias de Conducir al momento de su detención en abril del año pasado, junto a otros 16 empleados municipales, entre ellos el jefe de División, Juan Carlos Belmonte, a quien se imputa la jefatura de la asociación ilícita dedicada a la tramitación irregular de licencias.

En la declaración prestada al agente fiscal por aquel entonces, Burgos aseguró que “…me comunicaban con Adrián Alveolite, quien mandaba así gente para que le realicen  rápido el trámite. Esto pasó en el año 2012. Cuando el sistema se caía no funcionaba la red municipal, así no podíamos ver si una persona tenia multas o no, y en esos supuestos por indicación y orden de Alveolite y de Guillermo Iglesias, se indicaba a los iniciadores que continuaran con el proceso normal de trámite bajo su responsabilidad. Aclaro que en el sumario administrativo que se abrió en la municipalidad yo declaré lo mismo. En su momento se agregó copia de ese sumario a esta causa. El Sr. Miguel Ángel Vidal, que actualmente es el jefe de Licencias de Conducir, enviaba gente para que se le iniciaran los trámites, también venía un hombre de Acción Marplatense de quien no recuerdo el nombre que traía DNI para que se iniciaran trámites…”

Asimismo, en otro tramo de la declaración, afirma que “a mí entender Iglesias tendría que tener conocimiento de lo que pasaba en la dependencia, cualquiera que hubiera estado sentado un rato en la sala se hubiera dado cuenta de lo irregular de la situación”. Preguntado por la instrucción  acerca de  si Belmonte se jactaba de tener contactos con las autoridades municipales,  particularmente con el intendente, respondió: “Si, él constantemente se jactaba de ser amigo de Pulti. Decía `yo llamo a mi amigo Gustavo´, no obstante Pulti nunca venía al Gaucho. Recuerdo que si había algún problema lo llamaba a Gustavo y se reunía, recuerdo puntualmente que cuando tuvo el sumario administrativo por el tema de las multas, Pulti habló para que la instructora que recibía las declaraciones, sea una instructora menos severa que la que efectivamente tenía que hacerlo. También recuerdo que unas semanas antes del allanamiento, concurrieron al Gaucho dos sobrinas de Pulti a realizar el registro y el mismo fue otorgado de forma irregular, esto lo sé porque esos trámites los firmó Jorge Rubilar”.

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Por su parte, su pareja Jorge Rubilar, uno de los encargados de firmar el examen práctico, declaró: “…el médico cobraba entre doscientos ($ 200) y doscientos cincuenta ($ 250). Los médicos que estaban en la transa eran `Beto´ Zelaschi y Federico Mosser, a ellos les pagaba cuando me daban la firma, se las pagaba en el momento. Debe haber escuchas…Belmonte un día que estábamos todos en la oficina de los examinadores teóricos, dijo que `sí acá se pudre todo, yo lo voy a mandar al frente a Iglesias y tengo con qué´, esto fue creo que en el mes de febrero anterior al allanamiento de “El Gaucho”. Al médico Mosser no lo investigaron pero estaba metido como Zelaschi”.

No obstante, Rubilar relató en su declaración que consta de 12 fojas, que “ahora quiero decir que a pesar de haber recibido consejos de no narrar más hechos por parte de mi abogado, la conciencia me remuerde y quiero colaborar con todo, sacarme el peso que tengo encima, y contar algunas cosas más que me parece que  la Justicia debe saber porque son muy importantes…También, más o menos dos meses antes del allanamiento me llamó Belmonte a la cocina, al lado de su despacho, para que le firme a las dos sobrinas de Gustavo Pulti, se presentaron las dos chicas con la madre, las chicas tenían menos de veinticinco años las dos, veintipíco, medirían 1,60, eran de cabello castaño claro y tez blanca, flaquitas; de la madre no me acuerdo mucho, tendría cincuenta y pico de años, flaca, de estatura como las hijas. Al pedirme eso le digo a Belmonte `estás loco, a ver si voy en cana´; el me contestó `nada, que no pasa nada Jorge, son las sobrinas de Gustavo´; luego me las presentó y de ahí me fui caliente, al rato volví y cuando vuelvo Belmonte me mostro un video al momento que me dijo `acá tengo la prueba de que Pulti manda gente´, me mostró un pedacito de video que tenía en un teléfono, yo le dije `sos un boludo ahora quedo escrachado en un video´. Él me dijo que Haraumboure había escondido el teléfono para filmar la situación. Me dijo que era una especie de seguro por si pasaba algo. Supuestamente ese video está en manos de Belmonte. El teléfono que se usó para filmar era de Mariana Haramboure, me parece que era un teléfono táctil. También quiero decir que el periodista Ciano, cuando volvió a la televisión después de una larga enfermedad, se presentó en el Gaucho y se le hizo todo de favor sin rendir la prueba médica que la firmó Zelaschi. Belmonte me contó que anteriormente a Ciano le habían hecho el registro en Roca e Independencia y que el médico Zelaschi, un día que no estaba en la División de Licencias, le terminó firmando el acto médico a pedido del hijo de Ciano, el que está en la política. En otra ocasión,  creo que en el 2013, llegó a pedido de Alveolite su padre de ochenta y pico de años, para que se le firmara el apto médico y todos los demás requisitos, el trámite lo hizo López Osornio, su hija, hermanastra de Alveolite desde el puesto de ACA, ese apto médico fue firmado por el Dr. Zelaschi…”

A inicios de octubre del año pasado, Juan Carlos Belmonte el ex jefe del área de Licencias de Conducir,  en el marco de la Investigación Penal Preparatoria 1499/15, en la cual se investiga  la legalidad de la licencia de conducir del actor Federico Bal,  en su declaración comprometió aún más la situación de Gustavo Pulti, asegurando que “iba a mi casa y besaba a mis nietos, y  pasó a ser el gran traidor. Yo me operé con todo esto que me viene pasando y demás; la operación me la pagó el amigo Pulti, estando yo preso, ahora. El motivo era `no hablés´. Le dio la plata a mi señora y otra parte la fue a pagar a la Clínica 25 de Mayo”.

Asimismo, afirmó que “yo era una pantalla, un boludo de estos señores”, en alusión al Director de Movilidad Urbana, Guillermo Iglesias y el actual subsecretario de Control Municipal, Adrían Alveolite, porque “ellos venían, hacían y deshacían”.

Roberto Latino Rodríguez