Con un gran trabajo de su arquero Marcos Díaz, una buena definición de Daniel Montenegro, y aprovechando las licencias defensivas de su rival, Huracán goleó esta noche a San Lorenzo por 3 a 1 en el estadio Mundialista, para quedarse con la Copa “Ciudad de Buenos Aires”.
Montenegro colgó la pelota del ángulo izquierdo del arquero Sebastián Torrico a los 44 minutos del primer tiempo, luego que San Lorenzo había tenido las mejores opciones, pero se topó con Marcos Díaz y el palo. En el inicio del complemento, en un contragolpe perfecto, Ramón Ábila amplió la diferencia, y enseguida, Matías Caruzzo, en contra de su valla, puso el tercer tanto para los dirigidos por Eduardo Domínguez.
En medio de un importante operativo de seguridad, que contó con 1.200 efectivos policiales, Huracán y San Lorenzo volvían a enfrentarse por primera vez tras 40 años en un torneo de verano. Por eso la expectativa que se generó, con populares repletas en el estadio José María Minella, y jugado con dientes apretados dentro del rectángulo.
En ese contexto, el que se adaptó mejor y pudo llevar a cabo su libreto fue San Lorenzo, trasladando la nueva idea que pregona su entrenador Pablo Guede, tomando más riesgos ofensivos con posesión de pelota y una recuperación rápida.
El “Ciclón” tuvo las opciones más claras en los primeros 40 minutos, donde Marcos Díaz neutralizó un cabezazo a quemarropa de Emmanuel Mas y luego Martín Cauteruccio definió al palo.
Pero como ocurrió en el último clásico por el torneo de Primera División, un tiro libre sobre la hora le permitió festejar al “Globo”, aunque esta vez fue “Rolfi” Montenegro y no Patricio Toranzo el que pudo vencer a Sebastián Torrico, que casi no había tenido trabajo hasta ese momento. .
En el complemento, con la ventaja a su favor, Huracán se agazapó, abandonó la postura e intención de presionar la salida de San Lorenzo cerca del arco rival y optó por buscar el contragolpe.
El “Ciclón” estuvo fino en la creación, no tuvo un mal partido desde lo ofensivo, pero esas dudas y miedos que tenían los hinchas en virtud del esquema de Guede, se hicieron realidad.
A los siete minutos, un pelotazo de Mariano González -uno de los refuerzos del “Globo”- a la espalda de Mas, le permitió escaparse a Espinoza, que sirvió al medio para Ábila, quien con toda la frialdad del mundo gambeteó a Torrico y empujó al arco vacío.
Producto de la desesperación y nerviosismo del “Ciclón” iba a llegar el tercero de Huracán, cuando Mas jugó un pase hacia atrás para Caruzzo, pero ejecutó mal, Espinoza se escapó sin oposición y aunque Torrico tapó el remate, el defensor se llevó la pelota por delante y convirtió.
San Lorenzo siguió yendo rumbo al arco de Marcos Díaz, pero el arquero tenía una noche segura y, para colmo, ni Blanco -por encima del travesaño- ni Cauteruccio, que reventó el palo, pudieron convertir desde dentro del área chica.
El descuento de Quignón, con un cabezazo a partir de un córner, pareció poner algo de justicia a todo lo que había hecho San Lorenzo en el resto del encuentro.
Pero ya nada podía quitarle la sonrisa a Huracán, que sueña con ingresar a la fase de grupos de la Copa Libertadores – enfrenta a Caracas- y empezó el año con un nuevo triunfo en el clásico.
De esta forma, el “Globo” le ganó cinco de los últimos seis amistosos al “Ciclón”, que no triunfa en un clásico “en competencias no oficiales” desde 1970.