De nota del diario La Nación a Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón y esposo de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Sobre Daniel Scioli en particular dijo que “fue de los peores gobernadores que tuvo la provincia de Buenos Aires, si no el peor. Tuvo una enorme oportunidad -ocho años de gobernador- y la desperdició”.
Repreguntado por el medio nacional sobre su función previa en la Legislatura y cómo había observado desde ahí las cosas en la provincia señaló que “yo estaba sentado en una banca, en una oposición que éramos dos. No teníamos la información. Veíamos algunos síntomas: aumentaba el endeudamiento, las obras de infraestructura no se hacían, las rutas estaban de mal en peor y la pobreza aumentaba. Pero el punto de inflexión fue el ingreso al mundo del narcotráfico. Y la política fue, cuando menos, permisiva”.
Scioli, ese fracaso en la provincia de Buenos Aires, sólo exitoso en mostrarse a través de insoportables carteles mentirosos que todavía apreciamos en nuestro territorio, casi llega a ser presidente de todos los argentinos. Hoy se va descubriendo lo que todos los votantes tendrían que haber sabido anticipadamente.
Particularmente y este medio en especial, junto a otros muy pocos, señaló por años los grandes agujeros que estaba dejando esta gestión. Pero la mayoría de los medios, en especial nacionales “ignoraban” esta realidad que finalmente están viendo. No se sabe si por simpatía o por no “querer” ver, Scioli resultaba como un intocable. Aquí, en Mar del Plata, no resultó raro ya que el multimedios local fue el “socio” necesario para mostrar una sonrisa que escondía lo que se estaba haciendo, mejor dicho, lo que no se estaba haciendo en favor de nuestro territorio. De todas maneras, como todo estaba ahí, el marplatense lo entendió y le dio la espalda a eso de que “todo lo que brilla es oro”. Sabía que alguien estaba frotando, para su propio interes, todos los días el metal para que así pareciera y no se dejó engañar.
Durante todo su mandato, Scioli, en nombre de la provincia más importante del país (40% de la Argentina), recibía sufridamente cachetadas que luego se iban trasladando a cada uno de sus habitantes con inseguridad, droga, faltas graves en educación, salud, rutas, infraestructura y sobre todo en las cajas oficiales de la provincia. Hemos hablado de dignidad nunca tenida. Todo se entregaba.
Pero hay algo fundamental a tratar de analizar en la visión de Tagliaferro desde su cargo de diputado provincial, “no teníamos la información…”. Que desde las cámaras legislativas no se tenga la información produce una ausencia de diagnóstico aproximado a la verdad. Pero hay responsables, de un lado y del otro, del oficialismo y de la propia oposición, conjunto que aparece siempre en los grandes partidos, desde las cámaras legislativas bonaerenses como con una complicidad en el habitual “cambio de figuritas”. “Tengo esto y que me das para que se pierda la información”. Triste y algo muy urgente a superar. Cuando se asumen cargos así, no se está para representar a un partido y algunas miserables conveniencias, se elige para encarnar las necesidades de la gente, pocas veces respondidas. Si hubiera sido así no se hubiera llegado a la situación de que una opción presidencial fuera un gobernador fracasado que hoy se lo descubre como tal. Tarde para el conocimiento, afortunadamente fue temprano para el olfato del ciudadano.
Todavía, es cierto, no se puede decir que las expectativas estén cumplidas por lo elegido por la mayoría. Por el contrario, hay falencias, errores. Ojala que esto no se traduzca en horrores como se está descubriendo masivamente de los 8 años de Scioli. Coincidimos en eso de Tagliaferro, “fue de los peores gobernadores que tuvo la provincia de Buenos Aires, si no el peor”.
…Y casi llega a presidente, lo que le hubiera dado asimismo la oportunidad de tapar desde lo nacional su pésima gestión provincial, intentar desde ahí la impunidad para que las ollas siguieran manteniendo firmemente las convenientes tapas. Es hora de saber, pero al mismo tiempo de hacer el mea culpa. Los argentinos no podemos volver a tropezar con la misma piedra… y cuidadao ya que en esto somos especialistas.
El desafío de los nuevos gobernantes es muy grande. No fracasar para que no se hable de los pasados que se deben superar. Pero los medios deben también responder con mayor vocación de descubrir y no de esconder. Que se tenga en cuenta que hay quienes hablan hasta de los militares… Algo se habrá hecho en una democracia faltante de mucha institucionalidad para que vuelvan estos tristes pensamientos.
Esencial: democratizar en primer lugar la política, dejando de lado los signos autoritarios que todavía sobreviven para actuar sólo sobre el hoy sin dejar paso al necesario mañana, para que no volvamos al ayer.
MIGUEL TOSCANO
Una nota que le pone palabras a lo que siente el ciudadano bonaerense