No es broma, desde la prensa del espectáculo del ilusionista Robak Bacon anuncian que su show no es apto para cardíacos ni para menores de 13 años. Es que el muchacho no es un ilusionista cualquiera: entre sus proezas se encuentra el hecho de haber batido el récord mundial de apnea, es decir estar bajo el agua sin respirar, al aguantar de manera sobrehumana.
Bacon está en Mar del Plata y se presenta todos los días a las 21 en el Teatro Provincial (Boulevard Marítimo 2544). Pero su participación no culmina allí: cumplirá en la ciudad una serie de desafíos, el primero será hoy a las 15 en Varese cuando quede colgado cabeza abajo de una grúa a 20 metros, atado con cadenas, pendiendo de una soga, la que será encendida fuego. Deberá soltarse y escapar antes que la soga se corte.
Quimera es el nombre del espectáculo que trae a la ciudad este artista conocido mundialmente por sus temerarias pruebas. Dicen que si ya desafió a la muerte, ahora todas las noches se sienta a charlar con ella: lo suyo es el paso mágico que da lugar al asombro. Bacon es ese tipo de mago que busca el impacto a partir de pruebas riesgosas.
El show ha sido definido como un juego interactivo donde el público asiste a una sesión de espiritismo en la que todo puede ocurrir, incluso aquello que sólo se ve en las películas. Durante una hora, el artista correrá riesgos inverosímiles que, como se ha dicho, no son aptos para cardíacos ni para menores de 13 años. Creer o reventar.