Los ciudadanos argentinos estamos medianamente acostumbrados a que en épocas de campaña política la mayoría de los candidatos recurran a cualquier metodología, y cuando decimos cualquier, nos estamos refiriendo precisamente a eso, en la pretensión de convencer de las bondades de sus propuestas, de la cualidades de sus personas, de su sensibilidad ante las distintas necesidades de sus gobernados o a gobernar y de la calidad de sus acciones cotidianas viéndose en la necesidad de que así, aunque más no sea lo parezca.
Esto poco nos llama la atención y aunque no debería ser así, no hay otra posibilidad que ejercer el arte de la paciencia salvo cuando en ese afán se cruza el intangible, pero localizable límite que debe existir entre lo posible y tolerable, y lo que aunque también posible resulta chocante por la utilización de circunstancias que no deberían verse mancilladas por campañas en las que el mismo uso de recursos tan bajos nos hablan poco bien de quienes se prestan a aprovecharlas.
La reciente muerte del camarada Subteniente Fabián Mendiola, a manos de un asesino del volante, cuando cumplía funciones de seguridad en un operativo municipal de control de alcoholemia, es un ejemplo de ello. Hemos guardado respetuoso silencio en los primeros momentos precisamente por el respeto debido, pero transcurridos algunos días no podemos dejar de hacer notar lo que se encuentra más que a la vista, y esto es la utilización mediática y política a más no poder, por parte del intendente municipal del Partido de General Pueyrredón Contador Gustavo Arnaldo Pulti, de un hecho tan trágico y desgraciado.
Ni corto ni perezoso, este candidato que busca ansiosamente una reelección que parece escapársele, no dudó ni un segundo en aprovechar la ocasión de un muerto cercano para levantarlo como bandera de su “pesar” desempolvando una ordenanza que permitía que los policías caídos en cumplimiento del deber fueran velados en el recinto del Concejo Deliberante, a lo que siempre desde esta página hemos hecho notar nuestra contrariedad, no solo por la falta de comodidad del mismo para con los familiares, sino porque nuestra institución cuenta con un lugar propio en las instalaciones del Complejo Policial Juan Vucetich, porque nos parece impropio el homenaje que merece un mártir policial en un recinto donde precisamente las virtudes suelen mostrarse esquivas, pero más que nada para evitar precisamente esto, su utilización con fines políticos.
Aceptamos sin embargo que la familia sumida en el dolor y creyendo sinceramente en las buenas intenciones, haya accedido a ello, pero esto no justifica la utilización dada por el intendente al incorporarlo a su campaña.
Todo dócil medio de difusión local, de cualquier especie, llenó generosamente espacios bien aprovechados por el intendente-candidato para que se conociera su dolor “por la pérdida de un policía que desde hace mucho trabajaba con nosotros”. A lo mejor para mejor entender lo que se cuestiona debemos traer a la memoria algunos hechos ya en otras notas mencionadas por APROPOBA, respecto a este personaje ahora tan amigo de los policías.
Este es el mismo intendente que dijo en más de una oportunidad, “a los policías de la provincia de Buenos Aires les falta compromiso para cumplir su función”, sinceridad de pensamiento negativo que nunca tuvo en cuenta los integrantes que en número de más de cincuenta, han dado su vida por la sociedad en el distrito que gobierna, y varios de ellos incluyendo éste, durante sus mandatos, hipócrita.
Este es el mismo jefe comunal que nunca ha concurrido a los actos del Día de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, hipócrita.
El mismo intendente que nunca ha concurrido a los actos que cada 23 de enero, las entidades afines a la familia policial, realizan el día en que se recuerda a los efectivos de la Provincia Caídos en Cumplimiento del Deber, en el monumento que los recuerda en la plaza frente al Palacio Municipal, hipócrita.
Es el que ahora habla del desgraciado suceso en que muriera nuestro camarada Fabián Mendiola, pero omite mencionar la baja calidad de la seguridad a la que se encontraba expuesto, en operativos que a todas luces adolecen de fallas organizativas, responsabilidades en las que no es necesario aclarar, incurren sus superiores jerárquicos por la falta de control que les cabe pese a la profusión de altas jerarquías que inunda esta ciudad, más aun teniendo en cuenta que según los dichos de la esposa de nuestro compañero, ya había sido atropellado en otras oportunidades, hipócrita.
Es el que bajo su disfraz democrático, siempre se ha hecho el desentendido en lo que hace a los derechos de los trabajadores policiales de su distrito, y que a esta altura del siglo XXI no deberían sacrificar sus horas de descanso realizando esos servicios adicionales de pago miserable y en negro, debiendo entender solamente que el trabajador policial debe ganar lo suficiente con su jornada laboral para vivir decentemente. En cuyo caso al menos, este hecho no hubiera ocurrido, hipócrita.
Seis vehículos de control de tránsito acompañaron los sesenta kilómetros recorridos en el traslado de los restos de nuestro camarada a su descanso final en la ciudad de Coronel Vidal. Todo para que se viera el dolor municipal, empleados de dicho sector comunal también salieron a hacer público su pesar por la pérdida de quién consideraban un compañero de tanto tiempo, sin embargo la difusión de un video grabado por la cámara de seguridad de un edificio frente al lugar de los hechos, deja en claro que la única persona que se acercó al cuerpo caído fue el de su compañero policía, mientras que portadores de los chalecos reflectantes, los inspectores de tránsito, ni siquiera se acercaron al mismo y menos se agacharon o pretendieron un auxilio que aunque ya no fuera necesario, al menos pondría en evidencia un rasgo de humanidad y solidaridad, más que hipócritas.
Es posible que para algunos resulte difícil de entender pero los mártires policiales no merecen ser utilizados de esta manera, enarbolándoselos como bandera de campaña, y que lo único que necesita su memoria es recuerdo y respeto, sobre todo respeto, mucho y sincero respeto.
Miguel Ángel Reynoso
Secretario General – APROPOBA
FELICITACIONES ES LA REALIDAD,se desgarran las vestiduras haciendose los buenitos en plena campaña,más q hipócritas BASURAS CARROÑERAS chapotendo en la sangre del pobre policia e importándole un pito de los sentimientos de la familia, mi más sentido pésame a la familia y sus amigos
Comparto en parte lo que decis. Sobretodo en la utilizacion politica del tema. Creo que es mas par tapar las falencias propias que para lograr redito politico. Difiero en el parrafo que hablas del rol de los inspectores. Varios se acercaron a el y se mantuvieron a su lado mientras reiteraban el pedido de la ambulancia. Otros salieron a buscar al que lo atropello como se ve en el video cuando lo agarran. Yo personalmente no fui al velatorio porque no me queria prestar a lo que describiste. Si lo acompane porque me parecio mas genuino. De todas maneras lo importante para mi es que se haga justicia. No hay que olvidarse ni dejar que se olvide.