Las elecciones de este año demuestran algo que venimos sosteniendo hace tiempo: queda claro que Macri no es opción de gobierno. Dijeron que en Santa Fe ganaban cómodos y perdieron, que en Córdoba unidos al radicalismo triunfaban y perdieron por varios puntos con De La Sota, y este domingo repetían al unísono que era un trámite la elección en su propio distrito, la ciudad de Buenos Aires, y el Pro apenas ganó por un par de puntos a Lousteau, luego de presionar mediáticamente para que no se haga la elección de ballotage porque iba a ser tal la diferencia que no tenía sentido realizarla…
Hay que saber leer estos resultados, sobre todo para los que queremos iniciar un nuevo proceso político, con cambios razonables y gobernabilidad, que es lo que proponemos desde UNA y el Frente Renovador de Sergio Massa. En primer lugar marca el límite electoral bajo del Pro, que no existe como fuerza política fuera de la capital federal. Macri nunca va a sacar más de 25 puntos a nivel nacional, y eso es lo que sabe bien el gobierno: por eso es la fuerza funcional al FPV y el opositor ideal que eligió el kirchnerismo. El gobierno es consciente que a Macri le gana caminando y por eso lo cuida y lo infla para asegurarse el triunfo en octubre.
Lo segundo que se ve claro es que Macri expresa un voto clasista porteño, que no puede entrar con fuerza en los sectores populares, que no puede por tanto articular una oferta que amalgame a todas las partes que componen nuestra nación. Una fuerza elitista y parcial como el Pro está condenada al fracaso electoral y gubernamental. Con su falso purismo, con su cerrazón, con su centralismo existencial que quedó claro cuando no quiso hacer una interna amplia con nosotros en las PASO para enfrentar en serio al gobierno, el macrismo muestra que no aspira a conducir el País, y se escapa encerrándose en los chicos bien porteños. Ahora empiezan a aflorar los amargos frutos de tanta soberbia y desprecio hacia los que procedían de otras fuerzas, lugares y extractos sociales.
En tercer lugar aparece también el vacío conceptual que es el Pro. Pensaron que con globitos amarillos, sombrillas, bailecitos y sonrisas editadas podían seducir al electorado. No quieren hablar de propuestas, ayer decían una cosa y cuando los resultados le son adversos cambian bruscamente el relato. Pareciera que el único cambio que proponen es de discurso, y que sus raíces son tan pobres que no resisten ningún cimbronazo. Estuvieron a favor del Código Penal de Zaffaroni, tienen la misma postura del gobierno con respecto al juego y representan al empresariado prebendario. Van y vienen con temas centrales, lo cual les quita seriedad como fuerza política que se propone pelear elecciones presidenciales. Ahora se dan cuenta que hay que cambiar pero con ideas, respetando aquello que se hizo bien y que es valorado por la población y reformando en serio y de fondo lo mucho que se trabajó mal.
Por eso desde UNA tenemos propuestas e insistimos con ellas, nos entusiasma decir todo lo que queremos hacer, planteamos el equilibrio de un cambio justo, expresamos la ancha avenida del medio por la que transita la mayoría de los argentinos. Queremos discutir rumbos e ideas de gobierno, no globos de colores, que hoy están y mañana se desinflan, que se vuelan al primer viento fuerte, que se arrastran por las modas y que son una burla a la responsabilidad seria que implica brindarse a lo público para trabajar por el Bien Común.
Y por último cabe reflexionar sobre los gruesos errores de demasiadas encuestadoras, que siempre dan mejores resultados al Pro de los que al final logran. Por eso decimos que no hay polarización, que se le puede ganar al gobierno nacional, que Massa va a sorprender por el buen respaldo que logrará en las PASO, y que la gente quiere otra opción, una tercera vía entre el oficialismo acrítico y una superficial oposición con mucho marketing pero cero ideas y gobernabilidad. La única opción al Frente para la Victoria es UNA de Sergio Massa: ya le ganamos al gobierno en el 2013, cuando las encuestas decían que había empate y todo el mundo nos insistía que era una locura enfrentar a los gobiernos provincial y nacional juntos, y sin embargo una fuerza joven y nueva les ganó holgadamente. Vamos a sorprender con un excelente resultado, en Nación, en Provincia, y también en Mar del Plata, que quiere salir de las opciones viejas que no ofrecen una alternativa de desarrollo, trabajo, gestión, equipos, honestidad e inclusión.
Fiorini, que sale mañana en la matutina Nacional?