Scioli, la salud y la gente

“Acercamos la salud a la gente y la gente a la salud”. Esto lo habrá escuchado repetidas veces y si no es así, usted no vive en el país, en particular en la provincia de Buenos Aires donde tiene su asentamiento Daniel Scioli, supuestamente en La Plata como gobernador, aunque en realidad atiende en la ciudad de Buenos Aires.

Él, como en el Instituto de Previsión Social (IPS), de grandes falencias, manda con sus funcionarios asimismo en el IOMA, la obra social de la provincia. Veamos entonces como cuadra el relato con la realidad, la cercanía a la salud, como dice Scioli, en este caso el IOMA y la gente, aunque es posible que aquí igualmente (con el perdón del concepto igualdad) se tenga una gente y otra gente, es decir, discriminación, nada fuera de lo común en la Argentina.

Vamos con una historia como tantas. El personaje, real como los hechos y afiliado obligatorio al IOMA. En estos días sufre, de madrugada, una notable arritmia y suba de presión arterial. Urgencia de conocida clínica. A las horas en el cardiólogo y aunque aparece controlada por el propio organismo, ante la posibilidad de una fibrilación ventricular y para ver sus causas y para prevenir otros episodios, estudios. De prevenir también se ocupa el IOMA en su sitio oficial. Ahí se ve el video “Día Mundial de la Hipertensión Arterial. Hábitos saludables y controles periódicos para su preservación”. Lectura: el IOMA sabe que hay que prevenir todo lo que tiene que ver con el sistema cardíaco ¿Esencial, no? Además, su presidente Antonio La Scaleia es médico.

Y aquí comienza la lejanía. Estudios para prevenir. Dos de ellos la clínica, con varios papeles pedidos al paciente, lo que requiere otros trámites y demoras, manda la solicitud a IOMA de La Plata. A propósito de paciente. Recordemos los latiguillos de Scioli que le permiten llegar, sin más argumentos, a ser posible presidente de los argentinos, “con voluntad, con paciencia”. Con lo cual el paciente piensa, si Scioli con esto puede llegar a presidente, yo puedo llegar a vivir hasta que lleguen los estudios, “con voluntad, con paciencia”. Todo es posible, “también que los dos perdamos” y él se vaya a vivir a La Ñata (su residencia) y yo quede con la ñata contra la tapa del cajón. Con esto le agregó a “con voluntad, con paciencia”, también “con humor”, aunque sea humor negro y se trate de su propia vida.

Volvamos a los estudios, que ya tienen todos los papeles, bueno, algunos. IOMA de La Plata, habitualmente autoriza en 10 o 12 días, eso sí, por la web. Modernos son, aunque rápidos… Entonces, el paciente (que tiene que seguir siendo paciente… y estar vivo), va por el papel que debe llevar a otra dependencia de IOMA, para lograr otra autorización. Vuelta a la clínica y entonces recién ahí le dan el turno. Cálculo aproximado, 15 a 20 días después del problema cardíaco, llegará a completar los estudios, eso sí, “con voluntad, con paciencia”, como enseña Scioli, lo que le da razones para decir que esta es la cercanía de la salud a la gente que enarbola la provincia de Buenos Aires, aunque por si acaso, que prepare también flores.

Un datito más. En prensa del sitio oficial del IOMA, también se ve que en marzo de este año el instituto tuvo una reunión con los responsables de la Defensoría del Pueblo de la provincia, donde se hace saber que “el 27 por ciento de las quejas que llegan a la Defensoría están relacionadas con problemas de salud, ya sean por reclamos a la salud pública y privada, y dentro de éstas un porcentaje importante tiene que ver con reclamos al IOMA”. Por eso, nos venden nuevos ámbitos, ladrillos y pinturas, como aquí en Mar del Plata, pero si el contenido es este, sigamos “con voluntad y con paciencia”, MUCHA PACIENCIA y un gracias Scioli por hacernos saber cómo es la relación suya con la gente y su salud, todo con plata que aportamos nosotros, la que realmente debería ir a la salud, la seguridad, la educación, caminos y todo lo que falta a la provincia, aunque sin embargo va a su campaña presidencial.

En próxima entrega les haremos saber si el paciente sobrevivió a este operativo burocrático perfectamente pergeñado.

FTG