“Voy a devolverle el paquete de la Policía Local a la Provincia”

Lo aseveró, en diálogo con mdphoy.com, el edil de Agrupación Atlántica, Dr. Carlos Fernando Arroyo, adelantando que sí la voluntad popular lo consagra como intendente del Partido de General Pueyrredón, en los próximos ejercicios, modificará el actual sistema policial trocándolo por “una policía auténticamente municipal, que no dependa del Gobernador ni de la Provincia de Buenos Aires”.

Acto seguido, consideró que “el ciudadano marplatense no tiene interés en gastar en algo que está pagando, porque ya aporta con sus impuestos para que la Provincia lo cuide. Entonces, esto es una avivada del Gobernador que nos traslada una parte del problema a nosotros. Es como cuando la Nación le pasó las escuelas a las Provincia, pero sin presupuesto. Acá la Provincia paga los sueldos, pero el resto de todo el problema logístico lo va a tener que afrontar la Municipalidad; y cuando necesitemos más policías, casi seguro que la Provincia no los va a proporcionar y vamos a tener que pagarlos nosotros”.

Sostuvo que “para no entrar en este juego raro y complicado, en donde, además, siempre va a tener la última palabra algún funcionario mandado desde La Plata, yo prefiero una policía local con un jefe elegido por la población de Mar del Plata, y que sea absolutamente local, como es la policía local de los estados de EE UU. Eso permitirá que la población tenga un control directo sobre la capacidad, la coherencia y la decencia de quien esté a cargo de la fuerza policial. Y si agregamos, a la elección directa, un mandato de corta duración, vamos a asegurar la renovación para remover al individuo si no funciona. Imagínese un mandato de dos años, que en ese lapso se tenga que someter al voto popular. Para no irse a los dos años, va a tener que hacer buena letra y trabajar para que todo esté bien. Pero lo que no podemos permitir es que los individuos asciendan por la antigüedad porque eso no sirve”.

Con respecto a la primera camada de egresados que conformaran la unidad de Policía de Prevención Local, que heredara de llegar a la Intendencia, el Dr. Arroyo anticipó que tomaría medidas “para asegurar un mejoramiento del nivel de instrucción y pruebas psicológicas sumamente rigurosas, sin las cuales no voy a proporcionar armamento a ninguno de los individuos que estén promovidos como policías. De modo que tendrán que cumplir funciones de transito exclusivamente, hasta tanto demuestren que están en condiciones de ejercer la función de policías. Y si por razones legales no puedo devolverle el “paquete” a la Provincia, no voy a permitir la utilización de armamento. Por lo tanto, se reconvertirían en agentes de tránsito, porque no quiero ser responsable de que la mala utilización de armas, en la vía pública, provoque la muerte o heridas a ningún inocente. Si bien la delincuencia y el armamento que utiliza son muy peligrosas, también es muy peligroso que las fuerzas de la ley utilicen armamento sin estar realmente instruidos”.

Reflexionó que “hay cosas que, desde el punto de vista de la seguridad, no tienen sentido común. Por ejemplo, que se hayan hecho operativos de seguridad con fuerzas que no eran policías, que eran Prefectura y que estuvieran utilizando armas largas, desde el punto de vista de la seguridad, es una locura. Porque si alguno se le hubiera escapado un tiro, puede matar a un inocente a 500 o 600 metros. Nosotros no podemos correr esos riesgos. Pienso que es mejor que se escape un culpable que matar un inocente. Perdido por perdido siempre hay una doctrina que es la del mal menor. Si se nos escapa un culpable, mala suerte pero si muere un inocente es imperdonable”.

Finalmente, Dr. Arroyo resaltó que “no puede haber gente armada en la calle, si no tiene un nivel altísimo de instrucción y, además, una preparación psicológica. Porque puede ser que el individuo haya cumplido los cursos, y aprobado todas las materias y las pruebas de tiro, pero no tenga un equilibrio psicológico adecuado, un carácter y una personalidad adecuada para portar un arma. Porque hay que ser consciente que un arma no se puede sacar para evitar una pelea a puñetazos o una discusión o simplemente para amenazar a alguien que te insulta. Son temas que parecen fáciles pero que, en el calor de una situación, terminan provocando muertos y heridos”.

Roberto Latino Rodríguez